Perdidos en la ciudad

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—Todoroki-san, Tengo miedo.

—¿Hu?— el niño la observó a su compañera —¿Por qué?

—¡El Teke Teke!— la niña gritó dejándose caer al piso.

El la miro confuso pues no sabía de que hablaba, eran compañeros de primaria y se habían perdido en la ciudad en un juego de búsqueda del tesoro.

—¿Teke, Teke?... No se de que hablas Yaoyorozu— ladeo la cabeza acercándose a ella.

—Estamos cerca de las vías y el tren está por pasar.... Y s-si se aparece el Teke Teke nos matará— derramó un par de lágrimas que intentaba limpiar con los puños de su suéter.

—No se de que hablas...— la tomó de la mano e hizo que se pusiera de pie — Pero no dejare que nadie te lastime nunca— el niño le sonrió dulcemente, tanto que le robó el corazón aquel día.

—Todoroki-san— sollozó sujetándolo fuerte, era la primera vez que se hablaban y agradecía que cundo menos se había perdido junto a el.

Caminaron hacia donde Yaoyorozu recordaba se encontraba su mansión con el plan de que su chofer llevaría a Todoroki a casa.

—¿Todoroki-san?

—Si

—¿C-Como es que tú también te perdiste? Tú estabas al frente del grupo... — hablo pensativa recordando el momento en que se separaron del resto.

—Te vi observando una enciclopedia a travez de un escaparate — el pequeño se encogió de hombros —No quería dejarte atrás.

Las mejillas de Momo se tornaron rosadas.

—¿Tienes fiebre?— preguntó confundido llevando su mano a la frente de la niña.

—N-no— sus ojos se volvieron remolinos y empezó a echar humo de la cabeza.

«Teke, Teke» se escuchó en la penumbra de la noche «Teke, Teke» cada vez más cerca.

Ambos niños se alertaron de inmediato.

—Waaa ¡vamos a morir! — grito la morena tapándose la cabeza con sus brazos.

—Ya te dije, siempre te voy a proteger— Todoroki se puso frente a ella listo para utilizar su singularidad.

«Teke Teke » ya estaba a la vuelta.

Vieron una sombra que se abalanzó hacia ellos, Todoroki activó su poder formando una barrera de hielo.

—S-señorita Momo— le habló el mayordomo evidentemente asustado con el repentino ataque, más sin embargo gracias a su habilidad logró esquivarlo.

—Fred-san— habló la niña recomponiéndose. —Todoroki-san me cuido.

El hombre sonrió y le dio una mirada al pequeño niño que tenía una mirada fría y de apariencia dura.

—Muchas gracias jovencito. Lo llevaremos a su casa.

Entraron a los terrenos de la mansión y el mayordomo les abrió la puerta del coche para llevar al bicolor a su hogar, la señorita había insistido en querer acompañarlo como muestra de gratitud.

—T-Todoroki-san, ¡Eso que hiciste fue muy valiente!— hablo con chispas en los ojos.

—¿Tu crees?, yo solo quería protegerte.

La niña nuevamente se ruborizó por completo derritiéndose en el asiento.

—Seré un héroe— habló el bicolor observando por la ventanilla del coche.

—Serás un excelente héroe Todoroki-san— apretó sus rodillas con fuerza sintiéndose un poco tonta por hacerse historias en la cabeza.

—Definitivamente tú también deberías de ser una heroína— el niño la miro sin expresión aparente.

—¿Y-yo h-heroína?— habló apenada llevando sus manos a las mejillas, ni en su sueño más loco lo hubiera pensado.

—Si, así podríamos trabajar juntos y así podría protegerte siempre— el niño sonrió y Momo deseo salir corriendo.

—¡Teke Teke!— grito, porque ni siquiera los fantasmas hacían latir tan rápido su corazón.

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Espero que les gustara, este se me ocurrió porque como ambos son de familias de alcurnia me imaginé que probablemente habrían coincidido en el jardín de niños o escuela primaria. Quizá después haga un fic explicando el nacimiento de su cariño desde niños, en fin esta fue la historia del día 2 del reto! Esperemos a ver que traerá el mañana!

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