The love of my life ♡Yoonmin♡

🦆La preocupación de un padre 🦆

—JungHee debes hablar con él,  llevas dos días aquí y ni siquiera lo volteas a ver, es nuestro hijo.

—Basta mujer, tengo trabajo, por favor déjame sólo.

La mujer resignada y entristecida por la actitud de su marido lo dejó en la soledad, él cerró los ojos y se reclinó en la silla dejando los papeles que llevaba horas revisando sin concentración en el escritorio de caoba negra. Se quitó los lentes de lectura y se apretó el puente de la nariz con los dedos al instante en qué dejaba escapar un sonoro suspiro que connotaba cansancio y angustia.

Su infancia se desarrolló entre libros y golpes, su padre un empresario de talla nacional tenía la obsesión de hacer que sus hijos fueran ejemplares perfectos para la competencia, los trataba como animales condicionando su amor y atención a notas de excelencia y comportamiento educado, no recuerda ser un niño, jamás jugó, no se ensució o raspó las rodillas al caer de la bicicleta. Su madre sumisa no dijo nada, los trataba bien era linda y tierna pero eso no quitaba el hecho de ser fiel a las creencias de su marido ocasionándoles un daño irreparable.

Era el menor de tres hermanos, la vida en casa fue difícil pero mucho más para los dos mayores, cuidaron de él y le transmitieron algo de cuidado y cariño humano. Su padre los golpeaba con lo que tuviera a la mano, a menudo su hermano mayor se sacrificaba por los otros haciendo cabrear mucho más al hombre que no se tocaba el corazón al decirles "No dejen que nadie reciba lo que ustedes merecen" con el tiempo se adaptaron a sus ideales.

Cuando se caso con su hermosa y tierna esposa creyó que todo cambiaría porque él no quería ser igual a su padre, la mujer con la que se casó le proveía de todo aquello que a él le faltaba, era sincera, amable, cariñosa, con un enorme sentido altruista. La amaba y eso se intensificó cuando quedo embarazada de un pequeño que no pudo nacer, la perdida de su hijo le agrio más la vida, pero no lo demostró, trabajo para salvar a su esposa que estaba al borde de la tristeza e intento darle lo que ella deseaba...un hijo; cuando tuvieron a ChanYeol, al principio al ver al pequeño orejón sintió terror de lastimarlo no sólo físicamente sino también emocionalmente. A medida que el niño crecía trataba de pasar tiempo con él, lo llevaba de paseo a que se divirtiera, no jugaba con él, pero le daba un sin fin de juguetes en su cumpleaños y navidades, años después nació el pequeño Jimin, su bolita de arroz, el niño de sus ojos, desde bebé supo que sería un reto, reclamaba atención a todas horas, muchas veces su esposa completamente exhausta al tener que cuidar a los dos pequeños se quedaba dormida y él se levantaba por las noches a alimentar a su pequeñito cachetón.

A medida que los niños crecían también lo hacía su lejanía, trabajaba mucho para darles lo mejor, les exigía excelencia académica porque eso les abriría muchas puertas, los metía a campamentos donde trabajarán su desempeño  y se codearan con personas de sociedad, hizo todo esto pensando que era lo que un padre tenía que hacer para procurar el futuro de sus hijos.

Supo que Jimin era un doncel cuando este tenía catorce años, no le tomó importancia hasta que su padre se enteró y le hizo creer o al menos intentó que creyera que su pequeño no serviría para nada, lo ignoró y metió a Jimin a clases de autodefensa personal.

Cuando ChanYeol comenzó con la bebida lo inscribió en la carrera de medicina, su hijo no lo odio al contrario le agradeció porque en una de sus prácticas había conocido a un castaño que se rompió el brazo al tratar de salvar un gato.

No le interesó las preferencias sexuales de sus hijos, las aceptó porque él a pesar de todo quería que encontrarán el amor. Su hijo mayor había perdido un bebé pero nadie se lo dijo,  lo guardaron en secreto, se sintió fatal porque su propia familia lo había sacado de la comunicación, pero no los culpo porque pensaban que se molestaría aunque a decir verdad deseo pasar esos momentos con su hijo porque él sabía muy bien lo que este sentía.

Jamás los golpeó hasta que su pequeño hijo de quien se sentía tan orgulloso le dijo que estaba en estado. Llegó a pensar que el muchacho no sabía quién era el padre, nunca lo vio salir con alguien y no era como si pudiera quedar en cinta por obra del espíritu Santo.

Tuvo miedo, tenía miedo, por qué sabía bien que ser padre no es una tarea sencilla, sabía que un padre se equivoca, Jimin lo estaba haciendo solo y eso lo amargaba más; por una parte por lo que puedan decir los demás, pero por la otra porque tendría que criar a una niña solo, sin el apoyo de una pareja o un padre para su nieta.

Salió del despacho al darse las dos de la mañana, quería descansar pero una preciosa voz hizo que se detuviera en el segundo piso, afianzó el oído para escuchar la canción que él mismo le cantó cuando aún cabía en sus brazos.

—Lucecita de vengala que vuela en el cielo, pídele a Dios que me dé un consuelo para cuidar a mi tesorito risueño, siempre toma mi mano y no vayas por diferente sendero, que yo quiero estar a tu lado para velar tus sueños...

Suspiró con pesar antes de entrar, Jimin estaba sentado en la cama mientras que cargaba a la niña y le daba su mamila caliente.

—Si lo haces de esa manera tendrá cólicos—dijo al acercarse—. Dámela, te mostraré cómo.

Jimin dudo sorprendido de ver a su padre allí.

—Ammm...

—No la lanzaré por la ventana— Jimin sonrió y se la tendió con cuidado, él al sentir el bulto calentito con un aroma precioso sonrió con cariño—. Es hermosa, mi nieta es hermosa.

Jimin no aguanto y dejó escapar un sollozo, él se sentó a su lado listo para hablar con su pequeño hijo mientras cargaba a su pequeña y perfecta nieta.

Porque sabía que estaba cometiendo una equivocación, porque sus hijos no tenían que pagar errores del pasado que no eran suyo, porque tenía que aprender a demostrar amor y dejar de sentir que su familia se estaba alejando de él.

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