Park Jimin un chico de dieciocho años tenía en sus brazos al amor de su vida, el cual protegería hasta la muerte.
La historia de un amor adolescente y problemas de un padre joven, solo y con muchas ganas de dormir.
El mundo es un grano de arroz...
Hola, bueno antes de empezar quiero agradecer muchísimo por el cariño que le han dado a está loca historia, yo disfruto mucho escribiendola y me alegra que les guste 😍
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—Esto no puede seguir así—dijo suspirando totalmente exhausto.
Su abogado lo miró con una disculpa en la cara y es que no pudo hacer nada para terminar de una vez por todas el fatídico proceso, hasta el juez encargado estaba harto y está vez les había dado un ultimátum
—Lo siento joven Kim, pero es imposible tratar con el abogado de Jeon.
—Lo entiendo, pero no se que más quiere, ya accedí a las horas de visita, a dejarle todo, pero sigue peleando por cosas insignificantes ¿Planes de mudanza futuros? ¡Lo odio!
—Supongo que ahora lo conveniente es que usted trate de convencerlo en privado, el juez dijo que si en la próxima asamblea seguían de esa manera les daría una nueva hasta nuevo aviso, se puede atrasar otro año. Él piensa que ustedes realmente no quieres el divorcio.
Taehyung bufó, quería llorar del coraje, y maldecir a Jeon y a su dinero por estar aplazando lo inevitable, porque de ninguna manera ellos seguirían casados, no quería estar de nuevo en ese circo.
—Si me disculpa me retiro, le llamaré en la semana para revisar las nuevas propuestas.
Asintió, a este paso su padre se cansaría de costearle el abogado y él se quedaría casado y amarrado de por vida a Jeon Jungkook. Pero ¿Quéquería? Ellos llevaban separados casi cuatro años, no tenían contacto a menos que fuera exclusivamente sobre el niño, Jihoon iba y venía, su hijo de seis años comprendía mejor la situación que un adulto de veinticinco.
Caminó sin ánimos hacía la escuela de su hijo, a medida que pasaba el tiempo se estaba cansando de tener que explicar porque no estaba divorciado y libre para rehacer su vida, porque sí, él no empezaría nada nuevo con nadie hasta no firmar aquellos papeles. El proceso era agotador, a veces deseaba simplemente echar todo por la borda y seguir donde estaba pero a la larga eso sólo beneficiaría a Jungkook, estaría preso en sus garras y sería señalado por los demás, eso poco le importaba pero no quería que su hijo saliera afectado en todo esto. En todo caso no entendía por más vueltas que le daba al asunto no alcanzaba a comprender por qué Jungkook lo castigaba de esa manera, él no fue quien falló a su matrimonio, siempre trato de darle lo que necesitaba para mantenerlo feliz, destruyó sus sueños y se hizo cargo a los dieciocho años de un matrimonio, de la crianza de un bebé—aunque a veces llorará en el baño porque su bichito no se callaba—, dejó de hacer las cosas que le gustaban, permitió que sus suegros liderarán su vida, lo hizo por amor y ¿Qué obtuvo a cambio? Fue humillado en su propia casa, profano la cama que compartían, donde vivían noches mágicas sólo por estar con alguien más.
