Park Jimin un chico de dieciocho años tenía en sus brazos al amor de su vida, el cual protegería hasta la muerte.
La historia de un amor adolescente y problemas de un padre joven, solo y con muchas ganas de dormir.
El mundo es un grano de arroz...
Me siento mal, no he podido dormir bien, así que mientras me da sueño quise escribir esto🙊 😂😂
—¿Estás seguro que sabes lo que haces?
Jimin lo observó con una ceja alzada. —¿Tienes miedo?
—¡Claro que no! Es sólo que puedes equivocarte y matarme, no quiero que tu conciencia pese cariño—le sonrió casi temblando.
—Soy padre Min, no puedes ocultar el miedo de mí, ahora que lo veo parece que fuiste tú el que pariste, ella es completamente tuya—se carcajeo—. ¡Los dos tienen miedo a las agujas, aunque ella tiene cinco años! —rio ante la ironía.
Yoongi había estado mal de salud, su cuerpo era débil y tenía mucho cansancio y estrés por las preocupaciones de la empresa, cuando visitaron el doctor por órdenes del menor este les recetó unas inyecciones de vitaminas, no aceptó que se las pusieran en el consultorio prefirió que Jimin lo hiciera ya que le había dicho que sabía como hacerlo para calmar su angustia.
Sacó de la caja la solución líquida en la pequeña ampolleta de vidrio, abrió el paquete de la inyección del #5, tenía las manos limpias así que con el algodón quebró el pequeño recipiente, suspiró, quitó la tapa de la jeringa y succionó el líquido rojo casi por completo, apretó para eliminar el aire y le pegó un poco con la punta de los dedos para subir las burbujas, después coloco de nuevo la tapa.
Lavó sus manos con alcohol y cogió un algodón blanco el cual lleno con el líquido de fuerte olor. Yoongi mientras lo observaba fascinado trataba de convencerse mentalmente de actuar como un hombre valiente. Estaba fallando.
Con una sonrisa sádica su chico se acercó a la cama con la inyección preparada, el pequeño bribón lo estaba disfrutando más de lo que debería.
—Vamos cariño acuéstate en la cama.
—Aaaaa..m...mmmm...¿Sabes? Tendría que ser yo el que dijera esas palabras—sonrió sintiendo sus manos sudar de los nervios.
Jimin se colocó las manos en la cadera—. Te quiero boca abajo.
—¡Tan atrevido! —chilló aún de pie.
—Min ¡A la cama! —usaba su voz de padre mandon—. No lo voy a repetir dos veces.
—Pero amoooooor—se removió buscando una salida—. No quiero esto Jimin y es muy cruel que tu me quieras hacer pasar por tanto sufrimiento ¿Qué no me amas?
Soltó una risita al verlo actuar igual que su hija se cinco años
—Porque te amo te pondré está inyección—dijo con cariño—Acuéstate.
—Dijiste que seriamos felices—dramatizo con un puchero—. ¡Yo no soy feliz si me picas!
Se acercó un paso y Yoongi retrocedió—. ¡Amor noooo!
Entrecerro los ojos. —No estoy jugando Yoongi—advirtió.
—Amor noooo—chilló—. Vamos a calmarnos—dijo con las manos levantadas—. Anda bebé baja el arma.
—Suficiente—puso su cara se molesto—. ¡Acuéstese y muestre su trasero! Contaré hasta tres Min—lo observó- pero no se movió—. Uno—seguía en el mismo lugar pero su cara le decía que estaba a punto de flaquear—. Dos—los nervios ya se apoderaban de su cuerpo, Jimin levantó una ceja esperando.
Cuando no pudo sostener su mirada resignado camino a la cama. Jimin dejó la jeringa en la mesa de noche y se acercó, mirándolo le desabrochó el cinturón, atónito Yoongi trago saliva al ser acariciado por las dulces y suaves manos de su chico
—A la cama—le dijo con voz dulce.
—No tienes que decirlo dos veces cariño—susurró con picardía.
Se acostó boca abajo mostrando parte se su nalga derecha, Jimin contuvo la respiración al ver el blanco y muy bien formado trasero, ambos estaban a punto de explotar por la necesidad impetuosa de mantener un contacto íntimo.
Tomo la jeringa y la abrió, con el algodón limpio la parte que debería ser pinchada, lo sintió tensarse, para calmarlo, le acarició la espalda baja dando un pequeño beso en su homoplato izquierdo, Yoongi suspiro, delineo con sus dedos la suave y pálida piel, cuando se relajó le enterró la punta de la aguja, y empujó el líquido dentro de su cuerpo
—¡Carajo es de aceite!
Sabía que dolía, cuando saco la aguja le limpió y le dio un besito en el costado descubierto, le subió los calzoncillos y sonrió
—Listo bebé llorón.
Yoongi se volvió, le tomó las manos y las beso—. Estás son de un ángel, no sentí el pinchazo sólo la maldita solución—sonrió e hizo un puchero—. ¡Pero duele!
Jimin muerto de ternura le beso la frente. —Ah, mi bebé está malito—acarició sus mejillas mientras era abrazado por la cintura—. ¿Quieres un helado?
Negó. —Helado no.
—¿Entonces? ¿Qué desea mi pequeño para estar mejor?
Yoongi salió de su escondite y le miro con ojos de cachorro
—A ti—susurró.
—Ya me tienes.
—¿Quieres pasar la noche conmigo? —preguntó nervioso.
Jimin se puso rojo y con timidez lo miro y asintió. Yoongi soltó el aire contenido y lo beso tenuemente en los labios. —Me muero por estar contigo de nuevo, te quiero tanto—dijo sonriendo al sentir como Jimin se escondía entre su cuello con pena.
Permanecieron un tiempo en esa posición
—¿Dónde aprendiste a inyectar?
Jimin se río con vacilación. —En Internet hace una hora—soltó una carcajada al ver el semblante asustado de su novio.
Esta noche ambos durmieron con una sonrisa... Pensaban en su petición porque, sería la primera vez después de mucho tiempo.
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¿Saben que se viene?
Los amo💜
Jajajaja hoy me tocó inyectar a mi madre jajajja inspiración exprés 🙊👏😂💜👍
