The love of my life ♡Yoonmin♡

🦆Min🦆

-¡Llegamos!

Ambos niños entraron gritando de la escuela, tenían muchas cosas que contarle a su padre, pero en vez de ver la hermosa sonrisa del rubio encontraron a una pelinegra ojeando una revista

-¿Donde esta papá Jimin? -pregunto SungWoon frunciendo el ceño

-No está, salió con papá Yoonie a quien sabe dónde y yo estoy a cargo

-¿Por qué tú?-dijo Yejun con los brazos cruzados

-Porque soy la mayor

Ambos niños se miraron -No encuentro fallas en esa lógica

Min Yoongi se había despertado esa mañana con una idea loca en la cabeza y esa era complacer a Jimin como lo merecía. Últimamente había analizado el rumbo que su vida tomó desde aquel día en que sus padres le obligaron a ir a ese campamento, estaba renuente pero al ver a Jimin todo cambio, incluso cuando ya no estaban juntos en todo lo que pensaba era en volver a verlo y brindarle lo mejor de sí.

Su historia con Jimin era una en un millón porque ninguno de los dos se había dado por vencido. Sus hijos eran el fruto de ese fuerte amor que compartían. No había nada ni nadie que les pudiera separar.

-¿Esto es real?-dijo su tierno esposo abriendo los ojos con sorpresa, le miró esperando una respuesta-Dime que esto no es una broma

-Es real y no sabes lo mucho que luche para que me dejaran rentarla

Estaban afuera de la cabaña #3 del antiguo campamento ideado para las escuelas de Seoul. Con ayuda de Hoseok habían dado con el dueño y tras una larga charla y las explicación del por qué deseaba tener acceso a esa vieja cabaña el hombre acepto rentarla para ellos por esa noche.

-¿No vas a entrar? -sonrió ameno

-¿Qué tienes tú con las cabañas? -pregunto sonriendo con sus músculos temblando de antelación

-Son nuestra cosa -se encogió de hombros y le tendió la mano -Muchos dicen que el pasado es para ser olvidado pero yo no quiero olvidar está parte de nuestra vida, ya sabes quiero llenarte de recuerdos inolvidables

-Ya lo haces -susurro sin aliento al traspasar la puerta-Me das todo lo que necesito y más

Dentro la familiaridad sumada con los vestigios del lugar hicieron que la mente de Jimin recordara cada uno de los momentos que a sus diecisiete años había vivido al lado del hombre que permanecía sonriendo tomado de su mano.

La complicidad de sus ojos dejaba claro lo relajados que se encontraban compartiendo ese momento, donde eran los únicos protagonistas y la noche se presentaba a si misma como el telón perfecto que caía para esta singular historia de amor.

Yoongi se acercó a Jimin y le sonrió, a su alrededor todo quedó opacado con la belleza etérea de sus ojos. Los adornos románticos fueron dejados de lado al tiempo que se movían hacia un mismo lugar. La comodidad de sus suaves y rellenos labios le recordó donde empezaba y terminaba el arcoiris. Jimin era para él la muestra más tangible de la perfección

A su vez el rubio miró a su esposo esperando el toque que le llevaría al cielo, que le traería calor y sustento. Yoongi no deseo hacerlo esperar pero no apreciar cada parte de su cuerpo era una blasfemia. Poco a poco las prendas fueron innecesarias como las palabras, la única forma que tenian para demostrar lo mucho que se amaban era la brillantez de sus ojos y el recorrido de sus dedos en la suavidad de la piel caliente.

Yoongi besaba su cuello lentamente haciéndole cerrar los ojos y suspirar, el cúmulo de emociones que anidaban su interior era lo más satisfactorio y abrumador que podría sentir jamás, sólo el hombre que le sostenía con delicadeza podía causar eso. Estaban recostados en las sábanas frías de seda blanca, nada parecido a su primera vez donde ambos estaban nerviosos y tensos. Ahora la experiencia de la vida les hacía disfrutar con vehemencia cada espacio de ese tiempo compartido

-¿Estás listo? -susurro Yoongi sobre sus labios admirando con sus ojos la sensualidad ajena, una visible pero al mismo tiempo inocente

-¿Para ser amado? No creo que alguna vez pueda estar listo para sentir lo que causas en mi -suspiro -¿Puedes ver lo mucho que te amo?

-Puedo sentirlo en el interior de mi corazón al ver el brillo de tus ojos cada mañana al despertar -sonrió acariciando su costado y mejilla -Me maravilla ver qué a pesar de los años sigues sintiéndote de la misma manera que yo ¿Lo sabes verdad?

-Lo sé, tú me amas y yo te amo... Tú eres yo y yo soy tu -sonrió antes de enredar los brazos alrededor de su cuello atrayendolo para fundirse en la humedad de su boca con un jadeo involuntario

Poco a poco fue sintiendo como su cuerpo era llenado por la sensación caliente de su esposo al adentrarse a su cuerpo, ni la preparación previa podía evitar que soltará una mueca de placer y dolor, era grande y le llenaba por completo. Recibirlo no era solo un acto físico aislado sino una revolución de sus emociones. Podría llorar de felicidad porque lo amaba.

El vaivén lento y turtuoso les hizo gemir en conjunto. Yoongi no podía detenerse a si mismo pero debía ser paciente porque para él era satisfactorio ver como su esposo se desarmaba entre sus dedos con la fragilidad de la arena mojada.

Beso su cuello para escuchar en su oído su canción favorita. En un arranque de placer Jimin apretó el amarre que mantenían sus piernas en la cadera ajena y eso le dió la señal a Yoongi de que su esposo necesitaba mucho más pero antes de acrecentar el ritmo que los llevaría al éxtasis le miró a los ojos

-Te amo Jimin -dijo ahogado en placer

-Te amo Yoongi, eres mi principio y siempre serás mi final, mi lugar seguro está en tus brazos

Sonrieron con algunas lágrimas surcando el borde de sus ojos. Se perdieron entre besos, caricias y palabras repletas de amor.

¿Habría una historia que iguale en perfección?

La respuesta podría ser positiva porque si ellos se amaban de esa manera tan óptima bien, muchos más podrían hacerlo.

Min Yoongi y Park Jimin tuvieron un singular comienzó, con un sin fin de pruebas que pondrían en el filo de la navaja sus más puros sentimiento, después de su hija, su matrimonio, sus hijos y aventuras insuperables podía decir sin balbuceo que eran las personas más felices del universo por el hecho de tener el abrazo ajeno.

-Espero que está vez no te vayas del continente -sonrió ladino

-De hecho tengo que ir a Canadá con mi padre -gruño

-Aqui vamos de nuevo -jadeo -Espera ya no podemos ¡Que viva la vasectomía!

-¡Que viva! -rió

Había algo que no iba a cambiar y eso era el amor que ambos se tenían. Este prevalecería para siempre.

-Te amo ángel mío gracias por darme esta historia ten hermosa y perfecta.

 Muchísimas gracias por emprender este viaje conmigo 

Falta el final definitivo, el epílogo y los agradecimientos....tengo que irme unos días de viaje así que estos estaran cuando regrese. Espero que al igual que yo los amen.

Muchas gracias los amo❤️🦆❤️