Hana, dul, set - Kim Taehyung, Min Yoongi

Catorce

Taehyung se removió entre las sábanas, pegando más su cuerpo al mío. Sus piernas se enredaron entre las mías, encajando el muslo derecho entre ellas, con sus dos brazos rodeándome la cintura, pegando la parte izquierda de mi cuerpo al suyo. Me reí, con la cabeza girada al lado contrario a él, intentando esquivar sus besos mientras Taehyung se mordía el labio inferior, con el pelo completamente alborotado, ignorando la fuerza de mis manos sobre sus hombros, buscando con su boca mi cuello, mis hombros, mis mejillas y los labios.

Apenas dejándome respirar.

Me reí con más fuerza cuando el beso sonoro que me dio cerca del oído me hizo cosquillas, haciéndome encoger los hombros y removerme aun más, intentando rodar por la cama para alejarme de su toque. Giré el rostro para mirarlo, ayudándome de las manos para crear una barrera de protección, apoyando ambas estiradas sobre sus clavículas, quedándome después casi paralizada en sus ojos brillantes, en su pelo alborotado echado hacia todos lados, en sus intentos por dejar de sonreír ante mi toque, mordiéndose el labio, no consiguiendo esconder la sonrisa, dejando que su boca se estirara de nuevo, como si no hubiera un momento mejor que este.

Taehyung se rió, con el pecho temblándole, apoyándose en su codo izquierdo para poder estar más casi sobre mí, mirándome desde arriba, con las mejillas estiradas mientras intentaba buscar un hueco libre por el que atacarme, su muslo se encajó mejor entre mis piernas y el brazo con el que aun me sujetaba se apretó, intentando hacernos estar más cerca.

Pero eso era imposible ya.

— ¡Taehyung! —chillé, cuando su boca sobre la piel que había tras mi oreja volvió a hacerme cosquillas—. ¡Para!—solté, sin ir realmente en serio, intentando apartarle, cerrando las manos sobre la piel cálida de sus hombros.

Taehyung soltó mi cintura, llevando su mano a mi rostro, apoyando el pulgar en una de mis mejillas y el resto de dedos en la otra, empujando mis labios hacia delante, empecé a reírme otra vez, estropeando un poco la mueca que me estaba haciendo hacer, con los ojos cerrados, sintiendo los besos cortos de Taehyung llegar uno tras otro, cada vez más deprisa. Su risa comenzó a sonar también por la habitación y apreté su pierna entre las mías, dándome cuenta de que cada vez le era más difícil aguantar la sonrisa.

Se me acabó aflojando el cuerpo, bajando la guardia, dejando el momento perfecto para que Taehyung me soltara el rostro y volviera a meter su rostro en el hueco entre mi rostro y mi hombro, dejando caer parte de su peso sobre mí, apoyando la parte baja de su estómago contra mi cadera, apretando la piel del cuello entre sus labios, succionando y soltando con un chasquido. Poniéndome la piel de punta.

— ¡Tae! —grité, removiéndome, llevando las manos de sus hombros a su cuello—. No dejes marcas en sitios que puedan verse—. Me contestó con un gruñido de garganta, sin levantar la cabeza, y acabé acariciándole la parte final del pelo mientras él seguía repartiendo besos sin descanso.

Ni siquiera sabía cuánto tiempo llevábamos así, porque Taehyung no había dejado de besarme o de tocarme por todas partes desde que habíamos empezado, y yo tampoco quería que parara de hacerlo.

Suspiré a medida que la presión de sus labios se hacía cada vez más suave y lenta, subiendo los dedos de una mano para colarlos entre los mechones de su pelo, acariciándole el pelo suave y suelto, mordiéndome el labio inferior mientras Taehyung dejaba sus labios quietos y se removía sobre mí, acomodándose sobre mi cuerpo, crucé la otra mano más sobre su espalda desnuda, abrazándole, concentrándome en peinarle un poco con los dedos, girando el rostro hacia un lado para poder dejar un beso sobre su cabeza, apretándole contra mí.

Tenía que proteger los sentimientos de Taehyung, quería que su corazón siguiera intacto para siempre.

— Namgi—susurró, sin despegar la boca de mi piel. Solo podía ver la parte alta de su cabeza y seguí acariciando su pelo. Volvió a besarme con suavidad, frotando su nariz contra mi cuello.