FAKE LOVE ||Jungkook||

E P I L O G O

≈ Fake Love ≈

Una semana después

Aquella chica se encontraba sentada en uno de los sillones de la sala de estar. Sola en casa y con millones de dudas sobre lo que había ocurrido. Sin poder asimilar aún todo lo que había, pasaba, y lo que pasaría de ahora en adelante con la vida que tomaba, con la vida que ella eligió al dejarlo todo.

Su madre no la había dejado regresar a aquella casa. Y no tuvo la oportunidad de despedir a su padre. Todo ocurrió tan rápido. En un pestañeo el mundo se caía sobre ella, las paredes de esperanza se derrumbaban sobre ella.

Pero siempre había una razón por la cual seguir adelante. Esa razón tenia nombre, Jeon Jungkook.

El chico se había convertido en su sustento. Él quién la acompañó en los momentos más duros de su vida.

Ya no tenía nada ni a nadie.

Solo a Jungkook

El timbre de la casa sonó, ella pesadamente se levantó, limpiando los restos de lágrimas y abrió la puerta encontrándose a el chico de mejillas regordetas.

—hola... Puedo pasar?— preguntó tímido el chico.

Tn__ asintió y se hizo a un lado dándole el paso a Jimin.

—que sucedió con la empresa?— preguntó la chica con nerviosismo.

—ya no pertenece a los Stanford según dijo mi padre— jimin bajo la mirada avergonzado.

—no es tu culpa...— ella tomo el mentón del chico y lo obligo a que la mirara.

—y que paso con Jungkook?—

—el me ha apoyado... Y ha ayudado de mucho a mi estado de ánimo— ella sonrió inconscientemente.

—éstas loca por el—Jimin sonrió y la miró con calidez— pero ¿que piensas hacer ahora?—

—...no había pensado en eso, todo paso tan rápido, si hace dos meses me hubieran dicho que esto pasaria me hubiese reído de tal estupidez— respondió ella con la mirada perdida.

Todos sus privilegios habían terminado. La niña rica había desaparecido.

Fue tanto el amor que le tuvo a Jungkook.

Llego el momento en que Jimin tenía que marcharse, vería y prometió darle noticias de la empresa a tn__. Por su parte esta iría a la mansión y entraría a como fuera.

La chica se arreglo y subió a su auto. Iría a buscar algunas cosas y regresaría.

Manejaba con tranquilidad. Al llegar a las afueras de la mansión no pudo evitar sentir nervios. De sus manos comenzaron a brotar pequeñas gotas de sudor. Cruzo la acera sin problema alguno, ninguna empleada se había enterado de su presencia.

La sala principal se encontraba totalmente normal. Subió los escalones que conducían a su recámara y tomo lo necesario de su guardarropa guardándolo en un par de maletas.

En la mesita de noche yacía una pequeña fotografía de cuando era niña, su padre la abrazaba y ella reía.

-recuerdo cuando era niña... No tenía preocupaciones- soltó en un susurro seguido de una pequeña risa.