Capítulo 8 - Remembranza

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(NOMBRE)

En el pasado, muchos me llegaron a preguntar que me hacia posible encajar a lado de Kei, si teníamos algo en común, para mi la pregunta siempre fue muy fácil.

A Kei le gusta escuchar música.

A mi me gusta escuchar música.

Pero esto no es algo tan sencillo como escuchar música solo porque si, si no, que esto se volvió algo único, algo que muy pocos lo saben y que, por nada del mundo, Kei se lo contaría a otra persona como si nada, después de todo, este se volvió, por decirlo así, nuestro secreto.

Los días en que iba a la casa de Kei y que Tada-chan no podía, Kei decidió hacer algo, el ponía música en su habitación y eso significa algo para ambos. Cuando eso ocurría, yo lo sentía como entrar a un mundo en donde el resto de las cosas y personas a tu alrededor no estuvieran, solo tú, tus pensamientos y recuerdos, era un momento en que nos relajábamos, y claro, el lo aprovechaba para distraerme y mantenerme en silencio un rato.

Hoy nuevamente Kei acaba de poner la música y la primera en reproducirse es "Brother of sleep" de Soap&Skin. Esta canción de alguna manera siempre ha traído uno de mis recuerdos a flote.

[•••]

Unos niños iban caminando por una colina. Mientras alguien del grupo tomo la delantera, los demás le seguían.

— ¿A donde se supone que vamos, (nombre)-chan? — Preguntó el pecoso.

— Es un secreto, lo sabrán cuando lleguemos, Tada-chan.

— Cada vez pienso que es una mejor idea quedarme en casa en vez de seguirte a donde sea que nos llevas cada vez que tienes algo nuevo e increíble, según tú, además que nos arriesgamos a perdernos, en especial porque tienes un terrible sentido de la orientación, aparte, ya está oscureciendo. — Menciono el rubio.

— Tiene que estar oscuro para que puedan ver lo que les quiero mostrar Kei, y puede que pienses eso, pero aún así estás aquí, ¿no?

— Y esta será la última vez que te siga.

— Ya lo veremos.

Después de seguir caminando por un rato más, los tres llegaron a un pequeño campo.

— (Nombre)-chan, creo que hubiera sido mejor venir de día, así no podemos ver bien que nos querías mostrar.

— No te preocupes Tada-chan, llegamos justo a tiempo, no debería de tardar mucho lo que quiero que vean, así que por mientras hay que sentarnos.

Justo como sugirió, los tres se sentaron y a los pocos minutos pequeñas luces empezaron a distinguirse saliendo.

— Son luciérnagas. — Dijo el pecoso, admirando como poco a poco empezaban a salir más, presentando una vista como ninguna.

— ¿Te gusta Tada-chan?.

— Si.

—¿Y a ti Kei?

— No está mal.

— Te gusta, ¿no es así? Chicos, ¿recuerdan que la semana pasada me perdí cuando estaba jugando?

— Claro que lo recuerdo (nombre)-chan, todos estábamos buscándote.

— Bueno, fue gracias a eso que encontré este lugar, tal vez no fue tan malo perderme. Cuando vi las luciérnagas, no pude evitar pensar en ti Kei. Y saben, creo que ahora mis animales favoritos son las luciérnagas, porque a pesar de ser tan pequeñas, al llegar la noche, son capaces de alumbrar un lugar y así poder encontrar a su pareja, ¿no creen que es algo muy romántico?

— A ti todo te parece romántico o bello, ¿no es así?

— Claro que no Kei, pero solo piénsalo, es como si ellas alumbraran un camino para sus parejas, las guían, creo que es algo único.

[•••]

— Algo único, ¿eh?

— ¿Otra vez estás hablándole al techo?

— Sabes que no lo puedo evitar Kei, en especial cuando pones esa canción.

— ¿Realmente te gusta mucho?

— Bueno no lo puedo evitar, la canción me trae recuerdos.

— No me refería a eso.

— ¿Eh?

— ¿Tanto así te gusta Suga-san?

— ¿A qué viene eso Kei?

— No lo se, simplemente pensé que te veías un tanto idiota al pensar y la única persona que hace que actúes así es el.

— Oye, yo nací con esta cara.

— Eh, no sabía que considerabas tu cara de esa manera.

— Kei.

— ¿Sí?

— Púdrete.

— ¿Es todo lo que se te ocurre?, ¿tanto daño te hizo el choque que ya no puedes pensar en algún otro insulto?

— Oye, podré estar idiota, pero solo yo me puedo decir así, ¿entendido?

— Déjame pensarlo, hmm, no, le quita lo divertido.

— Injusticia, exijo mis derechos.

— "Todo lo que digas podrá ser usado en tu contra", ¿no?

— No trates de aprovecharte.

— No lo intentó, lo hago.

— Cállate

— Creo que sería mejor si tú guardas silencio, ¿no crees?

— No

— Si

— No

— Si

— No

— No

— Si

— Ja, yo gano, ahora, si me permites, disfrutaré de tu silencio.

— Te odio Kei.

— ¿Realmente crees eso?

— No, en realidad te amo y nunca te lo quise decir.

— Sabes que, aunque digas eso, ahora te toca guardar silencio.

— Bueno, al menos lo intente.

— Hablo enserio, quiero descansar. Ahora, buenas noches.

— Buenas noches Kei. Sabes, me gustas.

— Si, si, lo que digas. Te gusto, me amas, la misma broma que has tratado de usar desde hace años cuando quieres conseguir librarte de algo, ahora, shh.

— Ey, no seas tan frío, el punto era, descansa.

{Tsukishima kei} Nada Más Que Una Paradoja (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora