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A pesar de que ya habían pasado dos semanas desde lo ocurrido, todo parecía seguir sin tener sentido, al igual que, de ser cierto, les parecía incomprensible el hecho de que su consciencia siguiera existiendo.
Estaban en una mañana de lunes y todo lo que aquel de cabellos (color) podía hacer era mirar por la ventada y de vez en cuando, pasear su mirada por la habitación, observando nuevamente el rostro dormido de aquel rubio.
(NOMBRE)
Dos semanas he estado aquí, tengo que admitir que en un principio no fue nada fácil lograr que Kei me creyera, y aunque se que todavía no es capaz de aceptar todo, como mínimo me dirige la palabra.
Su alarma sonó indicando que era momento de que Kei se despertara para ir a la escuela.
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— Oye Kei-chan, es momento que despiertes, tienes que ir a la escuela— Dijo el espíritu hacia el rubio él cual se acababa de despertar a causa del sonido repentino de la alarma— A menos de que quieras llegar tarde.
— Mira quien lo dice, quien demostró que llegar temprano puede ser un milagro— Dijo el rubio mientras se levantaba y se colocaba los lentes.
— Oye Kei-chan.
— Te he dicho que no me llames así.
— No importa si te gusta o no, te pienso seguir llamando así, lo que te quería decir es que esta vez entrare a la escuela contigo, es muy aburrido tener que quedarme afuera sin nada que hacer.
— Ni siquiera se te ocurra entrar, tu presencia me distrae, además, podrías ir a otro lugar.
— Ya te he dicho que solo me puedo alejar una cierta distancia de ti y el limite de esa distancia en la parte trasera del edificio.
—Tsk, simplemente has lo que quieras, solo no interrumpas mis clases puesto que no es mi culpa que ya no puedas asistir a ellas como una persona normal lo haría.
— Gracias Kei-chan.
— Ahora, podrías salir de mi habitación, necesito cambiarme.
— Por dios Kei-chan, nos conocemos desde pequeños, a que se viene tanto pudor.
El rubio sabía que se trataba de un intento de molestarlo un poco y también estaba consciente en que lo fácil que podía en lograrlo.
— Te he dicho que salgas.
— Solo jugaba, no te esponjes.
Después de esperar un rato en lo que el chico se terminaba de alistar se encontró con una situación la cual de seguir con vida nunca la habría podido presenciar.
Akiteru, el hermano mayor de Tsukishima acababa de salir de su habitación sin camisa y justamente se dirigió al cuarto de su hermano menor.
— Oye Kei, ¿de casualidad no has visto la playera que compre la semana pasada?, no la encuentro.
— Ni siquiera se de que playera hablas, además, me gustaría que trataras de ser como una persona normal y cuando te aparecieras en mi habitación estuvieras totalmente vestido.
—Tranquilo Kei, bueno en caso de que la veas avísame.
El mayor se retiró de la habitación del rubio con lentes haciendo que (nombre) lo viera por segunda vez y que comenzará a opinar al respecto.
— Tengo que admitir que Akiteru no está nada mal, no por nada es el mayor aquí, lo malo es que es universitario.
En aquellos momentos le era de mucha ayuda que la única persona que podía escuchar todo lo que decía era Kei.
— Podrías dejar de decir esas cosas acerca de mi hermano, deja tus pensamientos sucios para cuando estés a solas.
— ¿Sucios?, ¿quién?, ¿yo?, como crees, si soy un pan de Dios.
— Solo muévete, no quiero llegar tarde a clases.
— Claro~
•••
"Recuerda, trata de evitar hablarme lo menos posible estando en público, no quiero parecer loco hablando con la nada y tampoco quiero pasármela viendo la pantalla del celular solo para responderte justo como ahora"— Escribía el rubio en su celular para así fingir estar escribiendo un mensaje.
— Hmm, que aguado.
— ¡Tsuki! — A lo lejos se pudo escuchar la voz de un chico pecoso el cual trataba de alcanzar al de lentes.
— Yamaguchi.
— Fui a buscarte a tu casa, pero Akiteru me dijo que ya habías salido hacia la escuela.
— Hoy decidí salir antes.
— Ya veo, por cierto, Tsuki, hoy va a ser el funeral de (nombre)
—Ya veo, bueno, no importa, de todas formas, no tengo ni tenía planeado ir.
—Tsuki...
La silueta no sabía como sentirse al escuchar eso, si realmente hubiera desaparecido le hubiera gustado que el rubio fuera a su funeral, pero en este caso, no se había desvanecido por completo, su conciencia seguía ahí y si el chico de lentes asistía al funeral, le haría sentir un tanto triste puesto que sería como si el siguiera negando su presencia.
— Tsukishima, Yamaguchi, que bueno que los encuentro— Entre el silencio que se había producido por el comentario del chico, otra voz se hizo presente y esta vez era la de Sugawara— Escuche que hoy se va a realizar el funeral de (nombre) pero no se el lugar ni la hora así que me preguntaba si alguno de los dos me pudiera decir.
Mientras el pecoso le daba indicaciones al de cabello gris, el rubio de lentes escribía para alguien más en su celular.
"Deberías de estar feliz, incluso después de morir, el se preocupa por ti, en especial ya que él te gusta"
"Él te gusta", aquellas simples palabras habían logrado que todas aquellas sonrisas que había logrado después de los comentarios que le había dicho a Tsukishima durante toda la mañana, se desvanecieran de un momento a otro.
Lo odiaba, quería romper esa mentira, quería decir la verdad, pero no podía, puesto que eso era lo que se había vuelto normal en su vida, incluso antes de morir se encerró en una paradoja.
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{Tsukishima kei} Nada Más Que Una Paradoja (AU)
FanfictionEstar a tu lado, verte cuando se suponía que debería haberme desvanecido, ver las muchas reacciones que tienes día a día, saber que eres el único que me puede ver. Todo esto me está destrozando, hace que quiera decir la verdad de todo, hace que quie...