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Narra Matteo. 

Llegamos a lo que era la casa de Simón, bueno su departamento, de el cual yo huí, sabia que el no quería hablar de el tema, se veía lastimado de verdad, así que solo gire hacia el y extendí mis brazos en una seña de un abrazo.

Un abrazo el cual el correspondió al instantes y las lagrimas que no dejo salir ahí estaban, recorriendo su lindo rostro. 

M: Tranquilo, yo estoy contigo. 

S: ¿Para siempre?

M: Mejores amigos por siempre, recuerdas. 

S: Solo que ahora seria, novios, mejores amigos y si el destino nos deja esposos por siempre. 

M: Hasta que la muerte nos separe. 

Ambos reímos, limpie alguna de sus lagrimas que aun salían.

M: Simón, ¿Que fue lo que paso?, si no quieres contarme lo entenderé. sujeto mi mano y me llevo hasta su sala, hacinado seña de que tomara asiento. 

S: Antes de que yo tomara la decisión de venir de nuevo aquí, a Argentina  tuve una discusión con ella, por mi verdadera orientación sexual.

M: ¿Tu bisexualidad? 

S: Si, el punto es que a ella no le gusto eso y dijo que desde ahora en adelante ella ya no tenia más hijos, ya que al ser su único hijo no aceptaría que yo no fuera como ella lo pensó, oh bueno como a ella le gustaría que fuera. 

M: ¿Pero el departamento no lo paga ella?. 

S: En realidad, ella no lo sabe. 

M: ¿Estas bien?. 

S: Si, creo que era necesario decirle a alguien. 

Me junte mas a el y lo bese, extrañaba esto y mucho, aunque no era lo único que extrañaba.

Me abalance hacia el y comencé a besarlo apasionadamente, me senté sobre su miembro y comencé a bajar, hasta llegar a su cuello, en el cual deje pequeñas mordidas y succiones.

S: ¿Esta seguro?. Dijo deteniéndome, aunque su erección me decía que no lo estaba pasando mal.

M: Si. No di mas explicaciones y seguí con el beso, quite su playera junto con la mía.

Sin despegarme del beso baje mis manos y comencé a desabrochar su pantalón, al lograrlo recorrí con mis manos todo su torso descubierto, me separe de el por un momento, me coloque de rodillas frente al sofá, liberando su erección y así bajando y quitando sus pantalones por completo. 

M: ¿Listo?. Mire a sus ojos y dije sin pensar en recibir una respuestas, sin más rodeos comencé lentamente a masturbarlo y sin tardar mucho lo meti en mi boca.

Subia y bajaba, hasta llegar al punto en el que el me dirigía con su mano, la cual estaba sobre de mi cabeza.

Me detuve, ya que mi plan no era que se corriera en mi boca, quite lo poco de ropa que quedaba en mi y subí en el.

S: Espera, no tengo protección.

M: No importa, eso no me detendrá. Sabía lo peligroso que sería, pero eso en verdad no me de tendría.

Y así que arque mis piernas sobre de el y lentamente fui bajando, sintiendo su miembro entrar lentamente.

Solté un grito de placer, ahora podía hacer todo el ruido que quieras, al fin y al cabo estamos solos en este departamento.

Subía y bajaba, cada vez la velocidad aumentaba, gemidos salían de ambos, gemidos ahogados en placer que deseaban en salir y que ninguno de los dos retenía, se escuchaban por todo el departamento y en alguno de los vecinos.

Aumentaba la velocidad con ayuda de sus manos en mi cintura, que me hacian subir y bajar.

S: Ma-Matteo. Y así fue como acabo, la velocidad impartida paro, terminando con el corriéndose dentro de mi, sentir esa sensación fue muy placentera.

Me senté a su lado, un poco cansado por lo que acaba de pasar.

S: Esto aún no acaba. Dijo coloconadose desde mi posición inicial y comenzando a masturbar mi miembro erecto, seguido de introducirlo dentro de boca, y con unos movimientos que hacía con su lengua, los cuales eran demaciado exitantes que no tarde mucho en correrme, dentro de su boca. Eso fue genial. Dijo sentándose lado mio.

De di un pequeño beso y me acurruque a su lado.

El momento fue interrumpido, ya que la puerta principal se abrió.

Ms: Pero qué lindo lugar, creo que me quedaré por más tiempo de el que pensaba...

         

Te extraño | (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora