Siguiendo el plan

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Nervioso, oigo a Isogai marcar al número de Karma. Pasan varios segundos antes de que responda la llamada. Dichos segundos se me hacen eternos, pero tengo que ser paciente.

- ¡¿Oh, Akabane-sensei?! Soy Isogai Yuma, necesito hablar con usted.

- ... - acerco la oreja al móvil para poder escuchar mejor la conversación.

- ¿Se encuentra solo? – pregunta con cautela.

- ... - oigo a Karma responder que se encuentra en su despacho.

- Perfecto. Akabane-sensei, sé que esto que le pediré sonara extraño, pero... ¿puede ir a la enfermería lo más rápido posible, y si es factible, sin nadie que lo note?

- ... - oigo a Karma dudar y preguntar "¿por qué?".

- No le puedo contar nada más, solo le diré que es por Nagisa. Si va allí, se encontrará con ella y sabrá el porqué.

- ... - un silencio se forma en la otra línea, pero al final puedo oír a Karma decir un simple "entendido", sin preguntar nada más.

- ¡Ah! Espere sensei, antes de que vaya, recoja la llave de respuesta de la enfermería para que así la pueda cerrar y nadie más pueda entrar excepto ustedes dos. Y una vez que se encuentre allí, compruebe que no haya nadie y cierre las ventanas para que no os puedan ver des del exterior.

- ... - otra vez hay un momento de silencio al otra lado, para todo seguido volver a oír un simple "entendido".

La llamada termina con una sencilla despedida. Me ha sorprendido lo bien que ha ido todo. Pensé que tendría que intervenir para convencer a Karma, pero inesperadamente ha aceptado todo sin pedir explicación.

- Muy bien, ahora es nuestro turno. – comenta con un tono alegre. Creo que es mi imaginación, pero me da la sensación de que Isogai se lo está pasando muy bien. Intenta aparentar seriedad, pero puedo ver como se le escapa una leve sonrisa. Mejor hagamos que no hemos visto nada.

- ¿Qué tenemos que hacer? – pregunto.

- Sencillo, Akabane-sensei aún tardará un poco en coger la llave de repuesto e ir hasta la enfermería. Por lo tanto, por el momento, para hacer tiempo iremos hasta la clase y una vez allí, justo cuando entremos harás ver que te encuentras mal. Yo, como buen representante de clase, me haré voluntario para llevarte hasta la enfermería. Una vez allí, las cosas ya serán entre tú y Akabane-sensei.

- Está bien, comprendo. – Isogai es increíble, piensa en todo. Realmente no parece un chico de diecisiete años.

- Por cierto, cuando estemos en clase y empieces a actuar, haré salir a flote que nos detuvimos un momento en esta clase por qué te encontrabas mal, pero que no querías perder clase y por eso no quisiste ir a la enfermería. De este modo, si actualmente hay alguien siguiéndote, no sospechara el porque nos detuvimos aquí.

- ¡Es verdad! Debe ser muy sospechoso que de repente te haya arrastrado hasta este aula vacía por ningún motivo. – gracias a dios que ha pensado en una excusa. Si esto llegara a oídos del pervertido, seguro que empezaría a sospechar algo. Después de todo sabe que Isogai es uno de mis amigos cercanos.

- Está bien, mejor empecemos a ir.

- ¡Sí! – respondo con fuerza para darnos ánimos.

Gracias a él me siento más aliviado, estoy feliz de tener a amigos en quienes confiar. Es un sentimiento tan agradable. Sin duda, cuando todo esto termine le contare la verdad.

Un profesor travieso y un chico 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora