Empezando la misión - 1ra Parte

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- Un placer verte a ti también, padre. – lo saludo, pudiendo al fin hablar sin interrupción.

- Sí, veo que estas muy bien. El chico al que has traído contigo, supongo que es el famoso Shiota Nagisa. – comenta mientras apoya la espalda contra el sofá y cruza un pierna encima de la otra. – Tienes que cuidarlo más. Sé que sois jóvenes y la pasión os domina, pero como continúes así, el pobre no aguantara ni dos días. – se burla de mí, con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡Gakuho! – grito con la cara roja, avergonzado.

- Ay... ya eres todo un adulto y aún te avergüenza hablar de estos temas con tu padre. No hay nada que hayas hecho, que no haya hecho yo. – continúa con su tono burlón.

- Asano Gakuho... - llamo su nombre completo indicando con ello mi enfado.

- De acuerdo, de acuerdo, ya me callo. Supongo que ya me he burlado suficiente de ti. – termina el tema regocijándose.

- ... - suspiro para mis adentros. Luego mi madre me pregunta el por qué no quiero contarle este tipo de cosas al hombre delante de mí.

Un poco cansado, me pellizco el puente de la nariz con los dedos, para todo seguido levantar la mano dominante hacia él. Sin necesidad de las palabras, comprende el gesto y me pasa una tablet. En la pantalla, veo información de cierto personaje que me hace hervir la sangre.

- Por el momento, es todo lo que hemos podido encontrar de él. La verdad es que no me esperaba tener a una rata tan grande pululando dentro de mi casa. – dice con un tono gélido, mientras sus ojos brillan peligrosamente poniéndome los pelos de punta.

- Creo que es más que suficiente, tus contactos son tan rápidos como siempre. – lo alago.

Leo detenidamente la información y me sorprendo mucho. Takaoka Akira, inesperadamente, este es su verdadero nombre. Antiguamente era de nacionalidad americana, se incorporó en el ejército des de joven y estuvo allí durante más de quince años. Por motivos que aún no se sabe, fue expulsado del ejército americano y detenido, pero se escapó de una prisión federal al poco tiempo de ser encerrado. Se sospecha que alguien de adentro lo ayudó, pero no atraparon el cómplice. Poco después, empezó a recorrer el mundo trabajando como asesino a sueldo y se convirtió en un criminal buscado internacionalmente. Más tarde se estableció en Japón, consiguió la nacionalidad y creo su propia organización. Según estos archivos, se infiltro a la escuela como profesor para investigar no tan solo a los Asano, sino también a los alumnos. No me extraña, la mayoría de ellos son hijos de familias muy influyentes, tanto dentro como fuera de Japón. Aquí no dice si fue decisión suya infiltrarse, o si alguien lo contrató. Parece ser que la parte de acosar a Nagisa no estaba dentro de sus planes, por lo menos en este documento no dice nada de ello.

- Karma, no sé cómo te has percatado de su existencia, pero este hombre es demasiado grande para ti. Sé que des de que estás en esta familia has vivido cosas que la gente normal nunca ha vivido. Te has visto en cosas, los cuales podríamos decir que son... bastante oscuras, pero este hombre es mejor que me lo dejes a mí. Tengo buenos contactos con los mandos superiores de la policía, estoy seguro que me ayudarán encantados a detenerlo. – me explica con cierta diversión, pero su mirada fría delata que no está feliz por la situación.

- ... - me quedo en silencio observándolo, bastante conmovido por su preocupación, aunque no lo admitiré en voz alta. – te estoy agradecido, pero no puedo, quiero encargarme yo.

- ... - se queda momentáneamente en silencio observándome, intentando leer mis pensamientos, los cuales no tarda en descifrar con bastante precisión.

Un profesor travieso y un chico 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora