Conocía de memoria las advertencias que todos daban.
Todos le tenian un profundo miedo a esas criaturas.
Si alguna aparecia por las calles las personas se encargaban con prisa de darle fin a su existencia, eran encuentros violentos donde reinaba el miedo.
Había lugares donde simplemente podias ver la luz del alba iluminando la sangre fresca salpicada por todos lados.
Todos le tenian miedo a los anubis.
¿Como no temerles?
Lucian como humanos.
Se movían entre nosotros con naturalidad por el día.
Pero la noche era su protectora.
Ojos negros como el carbón.
Y no, no estoy hablando de un iris negro, si no de ojos negros en su totalidad.
Lucian espeluznantes.
Era una leyenda urbana, pero muchos decian que los anubis más pequeños pedían ayuda a los viajeros desprevenidos y los engañaban para que los mayores les asesinaran.
Se los comían.
Comían seres humanos, a veces animales, sus festines dejaban evidencias espeluznantes en los bosques o las calles solitarias.
Era desagradable.
Me atemorizaban profundamente cuando era tan solo un niño...
Pero tantas cosas cambiaron con su llegada...
Craig me hizo entender muchas cosas.
Me hizo ver cuando equivocado estaba.
Y entendí por fin... Que aunque la vida era difícil para todos...
Incluso con el miedo que me llenaba cada vez que estaba consciente de todo...
Yo debía cuidar de él.Todo comenzó una noche lluviosa de octubre, el granizo golpeaba las ventanas con furia descomunal, siempre me daba miedo cuando eso pasaba.
Mis padres tenian una funeraria.
Odiaba eso, odiaba el olor que desprendían los cuerpos que arreglaban en aquella sala esterilizada.
Odiaba el sonido de los guantes de látex estirandose en sus manos y adhiriendose a su piel.
Esa noche tuve pesadillas, como siempre.
Siempre soñaba con algun cadaver yendo por mi a mi cama, envolviendo sus manos frias y tiesas en mi cuello.
Esa noche decidí que quería ser valiente y afrontar con determinación mi temor.
Con mis nueve años recién cumplidos, me sentia como todo un héroe, dispuesto a por fin deshacerme de esa inquietud, convenciéndome de que no habia nada ahí...
Mi suerte era muy mala pues, por primera vez en toda la historia de la funeraria, esa noche que se me ocurrio acercarme a aquella sala... En verdad había un peligro para mi, aguardando.
Cuando entre tímidamente a la sala, vi un brillo animal en el fondo del lugar.
El cadáver estaba en el suelo y un par de ojos brillantes me miraba en la oscuridad, sus ojos reflejaban la luz, como si se tratara de un gato en medio de la noche.
Un animal...
Caí de rodillas de la impresión y luego me aleje hacia atras, arrastrándome, lleno de terror ante aquella visión.
Pude oir un lloriqueo infantil viniendo de ahí.
Un trueno ilumino el lugar.
Fue la primera vez que vi a Craig.
Era pequeño, su cabello negro desordenado, su boca y mejillas llenas de sangre y sustancias que la verdad no quería averiguar que eran.
Ojos grandes, asustados, negros... Pero con un iris azul muy claro.
Gruño levemente cuando en sonido del trueno llego a nosotros, lo vi asustarse mas y abrazar sus rodillas, era un niño despues de todo...
Estaba sucio y sus ropas estaban gastadas, algunas rotas.
Tenia mucho miedo, pero cuando lo vi observarme y llorar más alto, supe que el también me temía a mi.
Me acerque muy lentamente y comence a hablarle con suavidad, era como un pequeño cachorro asustado.
Prometí no hacerle daño.
Me senté lo mas cerca de él que pude, recargado en una pared, aun lejos por que me aterraba aquel cadáver tendido en el suelo.
Craig se acerco con cuidado hacia mi, lo estaba mirando con atención.
Se sentó enseguida de mi y recargo su cabeza en mi, frotándose.
Me miro, intensamente, abrazo mi brazo con firmeza y se negó a soltarme.
Tenia miedo...
Olía a sangre, era palido como un muerto y podia ver como mordía mi chaqueta juguetonamente.
Sus colmillos me daban miedo.
Y yo era un pequeño asustado y paranoico...
Pero aun así... Algo en mismo corazón me decia que él era bueno...
Lo abrace cuando los truenos continuaron.
A mi también me daban miedo, pero yo queria proteger a Craig...
Pasamos la noche ahí, el estaba completamente despierto mientras yo me quedaba dormido a ratos.
Me dolia el hombro de tenerlo recargado tanto tiempo, pero no quería quitarle esa comodidad.
Pronto me di cuenta por los rayos del sol que Craig era eso que yo temía tanto.
Un monstruo que se comía a las personas...
Sus dientes, sus ojos, su forma depredadora de comportarse...
Pero estaba ahí, aferrado a mi, mordiendo mi camisa, que ya había roto un poco.
Me removí para que me soltara y gruño muy molesto... Como una rabieta.
-N-No te enojes... Solo quiero moverme- dije acercandome nuevamente y abrazándolo yo esta vez.
Pareció aceptarlo resignado, se relajó y pude ver como comenzaba a cabecear, probablemente cansado por estar tan alerta toda la noche.Tembló con temor, forzandose para no quedarse dormido, estaba demasiado atento pero sus ojos se cerraban... probablemente estaba asustado de quedarse dormido y que algo malo le pasara, me senti mal por él... ¿Cuanto tiempo llevaria así?
Lo abrace cubriéndolo con mi chaqueta, intentando calmar su inquietud.
-N-No va a pasarte nada... Y-Yo te cuido-
Tenia curiosidad, decidi que debía preguntar algo importante.
-Me llamo Tweek... ¿C-Como te llamas?-
No recibi respuesta alguna de él, estaba mirandome atentamente, aunque sus ojos parecian casi cerrados... lo mire detenidamente.Tenia una pequeña etiqueta en su chaqueta con su nombre.
"Craig Tucker"
Mis padres nos descubrieron esa mañana, unas horas después de que ambos nos quedamos profundamente dormidos.
Debió ser aterrador por que sus gritos nos despertaron rápidamente.
Fue un lio explicarle a Craig que no iban a hacerle daño.
Fue un lio hacerlo salir del fondo de la sala por que los gritos de mamá lo asustaban mucho.
Cuando lo oyeron llorar se acercaron a tranquilizarlo.
A partir de ese momento Craig se unio a nuestra familia, así, igual de repentinamente como habia llegado.
Craig era nuestro secreto, otro miembro de la familia.
Mamá lo amo inmediatamente.
Papá parecia tenerle compasión.
Y yo... En un gesto algo egoísta... Vi la oportunidad de tener un amigo.
Uno que no me abandonaría.-
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Anubis
FanfictionUn visitante inesperado hace que su vida se torne en un negro azabache, tan negro como la obsidiana, tan negro como sus ojos expectantes... Con un pasado oscuro como la noche que lo ampara, con una profunda necesidad de proteger aquella criatura com...