Esta vez no era turno de Hoseok para sentirse mal al despertar.
La cabeza de Yoongi se sentía como si fuera a partirse en dos, mientras que su estómago estaba siendo golpeado por las naúseas. Pronto, no pudo contenerlo más y corrió hacia el baño para deshacerse por lo menos de un poco de dolor.
Esta vez, no había nadie ahí para reconfortar al chico enfermo mientras devolvía todo el alcohol que había en su sistema. Yoongi no pudo evitar que su cuerpo temblara, incluso cuando tomó la orilla del retrete para sostenerse.
Una vez que tuvo todo fuera de su sistema, jaló la palanca y se arrastró de vuelta a su cama.
Yoongi siseó cuando su cabeza golpeó la almohada, debido al dolor que hizo eco contra su cráneo. Tomó de sus rubios cabellos, intentando detenerlo pero, mientras lo hacía, pareció no escuchar a Hoseok abriendo lentamente su puerta.
"Yoongi, ¿estás bien?"
El rubio abrió un ojo para ver a Hoseok, de pie en el marco de la puerta de su habitación, sosteniendo un vaso con agua y unas pastillas.
Rápidamente, Yoongi tuvo que cerrar los ojos, debido a la luz que iluminó la habitación cuando Hoseok abrió la puerta. Eso sólo incrementó el dolor en su cabeza. Pero, o estaba delirante por su resaca, o Hoseok lucía más como el sol el día de hoy.
Abrió sus ojos de nuevo para observar a su mejor amigo. Sus dientes estaban tan blancos como perlas y su cabello rojo contrastaba con su piel dorada. Los ojos de Yoongi viajaron a la ropa que Hoseok llevaba puesta, la cual constaba de una hoodie de color amarillo vibrante -que él había tomado prestada una vez- y un par de pantalones deportivos grises. Todo esto, a los ojos de Yoongi, hacía que el chico se viera como la versión humana de un amanecer. Y era hermoso.
Él era hermoso.
Y Yoongi no podía quitarle los ojos de encima.
"¿E-estás bien, Yoongi?" Preguntó Hoseok, de nuevo, pero, esta vez, tartamudeando. El rubio estaba mirándolo con los ojos perdidos, y Hoseok pudo notarlo.
Yoongi parpadeó rápidamente para romper el trance en el que parecía estar. Su corazón comenzó a latir a prisa cuando se dio cuenta de que lo estaba haciendo otra vez. ¿Puede, mi cabeza, por favor, dejar de hacerme mirar a Hoseok así? Mierda, se está volviendo algo muy frecuente.
"Oh, sí." No se molestó en subir el tono de su voz a más de un susurro, porque eso sólo molestaría a su cráneo. "Sólo estoy desorientado."
Hoseok rió un poco y se sentó al lado de Yoongi, en la cama. "Toma estas pastillas. Te ayudarán con tu dolor de cabeza. Confía en mí."
"Siempre lo hago..." Murmuró Yoongi, mientras se levantaba con un brazo para poder tomar el agua sin tirarla. Cuidadosamente, Hoseok le pasó una pastilla a la vez hasta que se hubo tomado ambas.
"Gracias, Hobi." Gruñó Yoongi. Regresó su cabeza a la almohada y cerró los ojos. "Pero no tienes que hacerte cargo de mí."
"Patrañas, claro que sí." Dijo Hoseok, en un tono ligeramente severo. Las cejas de Yoongi se levantaron ante el cambio en su tono. "Tú te hiciste cargo de mí cuando estaba intoxicado por la comida."
Hoseok sonrió a su hyung y quitó los suaves y rubios cabellos de su frente.
Yoongi se relajó y cerró los ojos. "Gracias. ¿Qué pasó anoche? No recuerdo nada de lo que pasó luego de que me embriagué."
Su sonrisa desapareció un poco cuando se dio cuenta de que Yoongi no recordaba haber bailado con Hoseok y casi haberlo besado.
No recuerda nada de eso pero, ¿por qué mierda duele tanto? Pensó Hoseok, tristemente. Debería estar aliviado.
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Soap | Sope [traducción al español] -por blurryseok-
Fanfiction"Ya no tengo miedo." En donde la regadera de Jung Hoseok deja de funcionar, así que necesita usar la de su vecino, Min Yoongi. Ranking más alto: #80 en Fanfiction ©blurryseok | 2018 Nota: Esta es una traducción/adaptación al español. Todos los derec...