(Precaución: el capítulo contiene escenas de enfermedad.)
Hoseok ni siquiera podía pensar con claridad mientras sus pies lo llevaban al baño a una velocidad impresionante.
El estómago del chico se revolvió mientras devolvía toda la comida de la noche anterior. Después de que él y todos los demás dejaran el apartamento de Yoongi, a la una de la mañana, su estómago había comenzado a doler un poco, pero Hoseok lo dejó pasar, pensando que no era nada. Estaba, obviamente, equivocado.
Cuando Hoseok sintió que, finalmente, lo había devuelto todo, limpió su boca con una toalla y regresó a la cama. Debió haber perdido la conciencia, porque la siguiente cosa que recuerda es el sonido de alguien diciendo su nombre.
"¡Hobi!"
La puerta de su apartamento se cerró, mientras el único e irrepetible Min Yoongi entraba al pequeño lugar.
Hoseok ni siquiera pudo decirle que se fuera, porque estaba demasiado débil. No podía moverse. Y tenía miedo de que, si abría la boca, saldrían volando más que sólo palabras.
"Hey, ¿estás ahí?" La voz de Yoongi se escuchaba ahora detrás de la puerta de su habitación y, todo lo que Hoseok pudo hacer, fue rezar a los dioses por que no abriera la puerta y lo viera extremadamente enfermo. Rostro pálido y sudoroso y, por supuesto, el dolor en su estómago.
Pero, por supuesto, no tuvo tanta suerte cuando el chico habló de nuevo, a través de la puerta. "Sé que estás en casa, voy a entrar."
La puerta crujió al ser abierta. "Hey, no fuiste esta mañana a tomar tu baño, así que pensé que debía venir y... maldita sea, Hoseok, ¿estás bien?"
Yoongi se detuvo en la entrada de la habitación y miró al chico enfermo, sorprendido. Hoseok pudo darse cuenta de que estaba realmente sorprendido, así que respondió lo mejor que pudo sin que nada más escapara de su boca. "No, en rea... en realidad no."
"¿Cómo es que pasó? Estabas bien anoche." La expresión normal y relajada en su rostro fue reemplazada con preocupación mientras se sentaba en la orilla de la cama.
Hoseok se encogió de hombros débilmente, sin atreverse a responder con palabras. Esperó que Yoongi comprendiera que no quería que le preguntara nada más y, gracias al cielo, lo hizo.
Yoongi llevó su mano a la frente de Hoseok para presionarla ahí. El calor irradió de la cabeza del enfermo chico. Definitivamente tenía fiebre.
"Tienes fiebre." Quitó su mano de la frente de Hoseok y comenzó a retirar el cabello de su rostro, mientras movía su mano con un gesto calmante. El gesto era reconfortante para Hoseok y, en algún lugar de su estómago, a pesar de la enfermedad, pudo sentir mariposas, así como las sentía cada vez que Yoongi mostraba afecto hacia él.
Hoseok cerró sus ojos y trató de relajarse. Después de un minuto, Yoongi paró de jugar con su cabello y comenzó a hablar. "Me quedaré aquí y cuidaré de ti."
El menor abrió sus ojos con cansancio y sacudió la cabeza. "No. Podrías enfermarte también. Puedo cuidarme solo, está bien." Intentó sentarse, pero su estómago tenía otros planes; un calambre lo invadió y Hoseok dejó salir un quejido de dolor. Lentamente, Yoongi lo devolvió a su posición y dijo, firmemente, "No está bien. Ni siquiera puedes sentarte."
Gruñendo, Hoseok se recostó de nuevo, sin molestarse en mirar al mayor. "No quiero que te enfermes. Será diez veces peor si ambos nos enfermamos."
"Lo que tú tienes es una intoxicación alimentaria, la cual no es contagiosa. Y yo tengo un poderoso sistema de defensa en mi organismo, así que no te preocupes por mí." Yoongi se encogió de hombros. Se quitó la sudadera amarilla que llevaba puesta, la cual Hoseok reconoció como propia, y se sentó a su lado.
Hoseok lo miró y rodó los ojos. "Toca madera, si no lo haces, podrías caer en un hechizo."
Yoongi dejó salir una carcajada. "Solía creer que..." Pero no tuvo suficiente tiempo para terminar la oración. Hoseok lo hizo a un lado y, prácticamente, corrió hacia el baño. Su estómago devolvió todo, una vez más. Bueno, todo lo que no había devuelto ya.
Levantó la cabeza y sintió el suave toque de una mano en su espalda, reconfortándolo. Yoongi estaba de rodillas, a su lado, mientras dibujaba círculos en su espalda. Hoseok estaba temblando y los movimientos de su mayor lo ayudaron a calmarse un poco.
Una vez que Hoseok sintió que había devuelto todo lo que le había sido posible, otra vez, jaló la palanca y se recargó en el retrete, ahora mirando a Yoongi. "Lo... lo siento."
El rubio sacudió la cabeza, entendiendo su situación. "No te disculpes, no lo puedes evitar."
Hoseok se sentía drenado, pero pudo reunir suficiente energía como para sonreírle a su mejor amigo. "Gracias. ¿Crees que puedas ayudarme a regresar a mi cama?"
Yoongi no respondió, pero se movió cerca de Hoseok para que pudiera pasar su brazo por la cintura del más joven. Cuando estuvieron listos, Yoongi apretó el agarre en la cintura de Hoseok y tiró hacia arriba. El rubio gruñó ante el esfuerzo, considerando que era más bajo y, definitivamente, no muy fuerte. Pero Hoseok lo ayudó, usando sus pies para sostener la mayor parte de su peso.
Con esfuerzo por parte de ambos chicos, llegaron hasta la cama de Hoseok. Las mantas estaban corridas, así que el pelirrojo pudo colocarse debajo de ellas fácilmente.
"Bueno, ya está." Dijo Yoongi, alisando la manta que cubría el débil cuerpo de Hoseok.
Hoseok abrió sus cansados ojos para mirar a su mayor. La preocupación no era tan visible como antes, pero el menor pudo notar que seguía preocupado por él.
"No te preocupes por mí, Yon... Yoongi. Mañana seguramente ya estaré bien." Para reafirmarlo, Hoseok sonrió para Yoongi, sabiendo que él amaba verlo sonreír.
Yoongi sonrió de vuelta, suavemente. "Lo sé. Y no estoy preocupado. Sólo odio el hecho de que tengas que pasar por esto por veinticuatro horas." Miró hacia sus manos y después, miró las de Hoseok. Gentilmente, Yoongi entrelazó sus dedos y comenzó a frotar su pulgar contra el dorso de la mano contraria.
El pelirrojo miró las manos del chico, las cuales estaban sobre su estómago. Las manos de Yoongi se sentían tan grandes y tibias en las suyas, y eran, sorpresivamente suaves. Las acciones del rubio lo estaban invitando a dormir, pero no quería hacerlo todavía. La presencia de Yoongi lo había hecho sentir dos veces mejor.
Yoongi notó que Hoseok estaba intentando mantener los ojos abiertos, en un intento por mantenerse despierto. Comenzó a jugar con el cabello del chico, otra vez, lo cual hizo que los ojos de Hoseok por fin se cerraran. No pudo evitarlo. Los dedos del mayor, en su cabello, se sentían demasiado bien.
"Duerme." La voz de Yoongi salió en el tono más suave posible, pero, antes de que pudiera dormir, Hoseok sonrió y murmuró, con cansancio, "¿Sabes? No eres el Yoongi que conocí."
El rubio no lo estaba mirando cuando frunció las cejas con confusión. "¿Qué estás diciendo?"
"Eres un amor."
"Sólo para ti." Las palabras salieron de la boca de Yoongi sin pensarlo, pero dejó de jugar con el cabello de Hoseok cuando se dio cuenta de lo directo que había sido. No, no era el mismo que era cuando había conocido a Hoseok. En ese entonces, era terco, grosero, y odiaba la compañía. Pero ahora, su voluntad podía ser fácilmente corrompida por una persona. Era más amable -bueno, por lo menos lo era con algunas personas-, y amaba estar con Hoseok, el cual era la única persona que Yoongi quería a su lado veinticuatro siete.
Había sólo una persona que podía hacerlo sonreír sin importar el día. Era una persona, la única que podía hacerlo feliz y tierno. Era una persona, la que estaba estropeando su mente de formas que no podía explicar. Y era una persona, la que había cambiado su vida para bien.
Y esa persona era Jung Hoseok.
Su mejor amigo.
Pero ahora, la única cosa que Yoongi podía pensar era la pregunta que estaba cruzando su cerebro.
Pero, ¿Es él?
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Soap | Sope [traducción al español] -por blurryseok-
Fanfiction"Ya no tengo miedo." En donde la regadera de Jung Hoseok deja de funcionar, así que necesita usar la de su vecino, Min Yoongi. Ranking más alto: #80 en Fanfiction ©blurryseok | 2018 Nota: Esta es una traducción/adaptación al español. Todos los derec...