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Eran las tres de la tarde, y Yoongi estaba sentado en el Bittersweet Café con una taza de café negro, esperando a su amigo.

Su cabeza estaba sobre la palma de su mano, mientras su otra mano sujetaba un pequeño popote que estaba usando para remover el oscuro líquido en círculos, lo cual hacía que pequeños chasquidos hicieran eco en el aire cuando golpeaba los bordes. Yoongi no necesitaba un espejo para mirar el estado en el que se encontraba. Los oscuros círculos eran, probablemente, muy prominentes en su pálida piel, y los ojos rojos, debido a numerosas escenas de llanto, haciéndolo ver como si estuviera drogado.

Habían pasado, oficialmente, cuatro días desde que, por última vez, Yoongi había puesto los ojos en el sol que era su mejor amigo. Extrañaba a Hoseok más de lo que se hubiese permitido en cualquier otra situación, pero el chico sólo quería abrazarlo de nuevo.

¡Ding! La puerta del frente del café se abrió, provocando el sonido de la pequeña campanilla. Un irritado pero curioso Park Jimin, entró por la puerta, siendo recibido por el aroma tan característico del café. Era el día libre del rubio, y odiaba estar en su lugar de trabajo cuando no era necesario, pero uno de sus mejores amigos lo necesitaba, así que, ¿quién era él para ignorar el llamado de Yoongi?

Los ojos de Jimin miraron la pequeña figura, la cual se parecía bastante a la suya propia, y, honestamente, la primera cosa que notó, fue su cabello. Las oscuras raíces naturales de Yoongi contrastaban con el color rubio del resto del cabello y parecía como si no hubiera sido cepillado en días. Estaba descuidado, por decir lo menos, lo cual esparció algo de preocupación en los ojos del menor. Yoongi era, usualmente, muy cuidadoso en esos aspectos, y su estado era una gran bandera roja para Jimin.

"Bueno, te ves como si el mundo hubiera caído sobre tus hombros." Dijo Jimin. La cabeza del mayor se levantó para ver a su amigo tomar una silla frente a él y sentarse.

"Sí. Básicamente, eso pasó." Yoongi suspiró, aún removiendo el café con el pequeño popote. Jimin observó a su mejor amigo con preocupación. Algo andaba definitivamente mal y él estaba impaciente por saberlo.

"Así que, ¿qué te hizo llamarme en mi día libre?" Bromeó, tratando de aligerar el ambiente, pero no ayudó, el corazón de Yoongi comenzando a latir rápidamente.

El hecho de que estaba a punto de decirle a Jimin lo que había pasado, le hizo sentir pánico. Honestamente, Yoongi no podía definir la razón por la que estaba tan nervioso. Claro que sabía que Jimin lo apoyaría sin importar lo que le dijera, así que no pudo encontrar una razón para no decirle.

Sé un hombre, maldita sea. El subconsciente de Yoongi habló. No estés nervioso. Esto iba a pasar, de todos modos, así que más vale que termines con esto.

Yoongi sostuvo fuertemente el vaso de café entre sus grandes manos y apretó los dientes. Lentamente, inhaló y exhaló, calmándose.

"Lo besé."

Jimin levantó una ceja, procesando las palabras por un segundo. Yoongi pensó que esa sería su única reacción, hasta que la barbilla del menor cayó y sus ojos se abrieron. "¿Qué?"

Sus palabras fueron, básicamente un susurro, lo cual hizo que el corazón de Yoongi se removiera inquieto mientras miraba la mesa, con las mejillas sonrojadas.

El otro rubio colocó sus codos sobre la mesa, mientras sus manos paseaban por su cabello. "¿A quién? ¿Hoseok?"

Yoongi jugó con sus dedos, aún sin levantar la mirada. No quería ver el rostro de Jimin. "Ummm... Sí."

"Dame un segundo para... pensar." Dijo Jimin, su voz desvaneciéndose. La cabeza de Yoongi se levantó, mientras su mente se llenaba de preocupación por que Jimin estuviera molesto con él por cómo se sentía. "¿Qué quieres decir con pensar?"

Soap | Sope [traducción al español] -por blurryseok-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora