Paraíso en tus labios

Retroceso

Hoseok no podía dejar de pensar en lo cómodo que era estar en los brazos del menor y aun con el temor que le albergaba en cada centímetro de su piel, planeaba verlo.

Se arregló para salir, se vistió con su atuendo favorito, una playera de manga larga, roja a cuadros, unos pantalones vaqueros, toda la gama de colgantes puestos en las orejas y un cubrebocas.

Salió. Tenía planeado seguir platicando con él, seguir besándole, seguir sonriéndole y terminar el día junto a él para, como el día anterior, poder acompañarse mutuamente hasta su colectivo.

Sin embargo, para mala suerte de Hoseok, ese chico no estaba solo. Tenía invitados que ocupaban el asiento que tan solo el día anterior, Hobi había usado.

Demasiado cerca. Pensó.

Decidió que esperaría un poco más. Después de todo se podría decir que tenía una excusa muy buena para hablar con él.

La jefa de éste, aprovechando las promociones para el evento de su grupo, le ofreció empleo y lo había aceptado.

Hoseok perdió la cuenta de cuantos minutos esperó para que Daniel concediera para el un poco de su tiempo.

El menor simplemente se levantó de donde estaba y llamándolo le guió a un lugar donde solo estuvieran los dos.

Sin embargo, Hoseok detectó esa aura que emanan las personas cuando tienen solo malas noticias que dar. Y pues, así fue.

-Hobi, no quiero ser mala onda pero... - Vaciló un poco -No estoy listo. Llevo poco tiempo de haber terminado con mi ex y no quiero comenzar nada hasta no haber superado ésto-  Las palabras apesar de ser crueles le dieron cierto alivio a nuestro solecito. El tampoco sabía que era lo que sentía de todas formas.

Solo su corazón regresó de nuevo al pasado, haciendo un retroceso de circunstancias y esas palabras pronto se revolvieron con las de Tae.

Con eso en mente, Hoseok volvió a casa, solo. Llorando.

La historia se repite.

>>Continuará<<