Prioridad

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Casi era el día que Hoseok y sus compañeros harían su comeback y con todo lo que tenían planeado para ese día, simplemente se dejó llevar. Olvidando sus preocupaciones amorosas y las decepciones decidió dar lo mas de si mismo para que todo fuera un éxito.

Sin embargo, al estar a solas, en su cuarto, bajo las cobijas y su fría cama, recordaba las palabras duras del menor. Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas.

Quiso decírselo a alguien. Tae, estaba, para su mala suerte, pasando por algo similar, no por circunstancias, si no en sentimientos. Lo descartó enseguida.

Quiso decirle a sus compañeros pero, cada quien tenía sus propios problemas y quizás solo era algo innecesario.

El día del comeback mientras grababan la primera canción tuvo la oportunidad de despejar definitivamente su mente. Incluso una semana antes durante los teasers, apenas hablaba con Daniel.

De alguna manera el fuego de su corazón se apaciguó. Sin embargo... Tuvo el impulso de invitarle.

Como grupo tenían la tradición de acudir a celebrar a su restaurante favorito. Deseaba compartirle ésto.

Como fuera, terminando la grabación acudirían a otros dos lugares y luego irían a comer.

De camino, Jin los alcanzó. Hoseok se sintió aliviado de verlo, hacían ya ocho  años que se conocían y aun cuando cada quien siguió su propio camino, siempre que se reunían, la pasaban excelente. Ésta vez no fue la excepción.

Solecito descargó todo cuanto había vivido esa semana con Kang y Jin le dio consejos.

No lloró, solo trataba de obtener un punto de vista diferente. Y lo consiguió.

A pesar de todo Hoseok realmente esperaba que Daniel hiciera su aparición. Pero aunque el tiempo pasaba, nunca apareció.

Eso no impidió que la celebración se llevara a cabo.

Tae y Jin estaban, sus compañeros también y ahora, frente a sus platos de comida, todos le miraban mientras daba un discurso que había preparado.

Terminó, comieron, rieron, compartieron. Todo iba excelente, pero sin Daniel.

Se retiraron luego de festejar el cumpleaños de uno de ellos. Todo había ido bien. Compró algo para su invisible compañero, Daniel. Una flor, la que deseaba entregarle.

Hoseok acompañó a todos a sus transportes, se despidió de su hermano, Tae. De su mejor amigo, Jin. Y finalmente, volvió a casa, solo.

Lo siento, me quedé dormido.

El celular vibró. Hoseok meneó la cabeza y con todo el cansancio que traía cargado, invadió su cama para dormir casi de inmediato.

Decepcionado era poco, pero ahora estaba sumamente agotado como para responder. Ya mañana sería.

Su primer día en el trabajo...

>>Continuará<<

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