Extra 4

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—Esta será nuestra última consulta.— Dijo el doctor Roberts con algo de tristeza en su voz.

Había pasado un año desde los acontecimientos que marcaron un antes y un después en la vida de su paciente más difícil.

Alex suspiro y apretó la mano de su novio que estaba ahí a su lado, pues el doctor había solicitado que Remington también estuviese presente en ese momento

—No se vaya a poner emotivo por favor.— Pidió alex con fastidio, aunque ella también sentía un vacío al saber que no tendría la necesidad de ir más a ese consultorio.

El doctor rio.

—La verdad es que me siento orgulloso de ti. Has cambiado completamente y para mejor... Felicidades Alex, se puede decir que ya eres una persona completamente normal

—¿Normal yo?.— Soltó una risilla y negó.— Nunca voy a ser normal. Nadie es normal en este mundo. Ser normal es aburrido Roberts. Deberías saberlo.

—Supongo que entonces tendré que  agendarte otra cita.— Soltó en broma

—ya quisiera usted.— Le sonrió.— ¿Sabe? Lo echare de menos. Usted fue como una segunda figura paterna para mi después de que papa se fue.. Gracias por no perder su esperanza en mi.

—Alexandra gilbert diciendo algo cursi.. No me lo puedo creer.— Soltó Remington y Alex lo codeo.

—Calladito te ves más bonito, Rem.— El chico se rio.— Roberts.. ¿Está bien si lo visito alguna vez?

—Eres más que bienvenida y se que Remington me tendrá al tanto de los pormenores entre ustedes.— La chica le envió una mirada filosa a su novio.— Esperare ansiosos a invitación a la boda.

La chica negó incómoda.

—Espere unos cuantos años más a que terminemos nuestras carreras.

—¿tu que piensas de eso Remington?— Pregunto el doctor.

—Creo que es más importante tener un trabajo estable primero, así que estoy de acuerdo con ella. Pero..— Miro a su novia.— Cuando termine la universidad, y cuando nadie se lo espere, le llegara la invitación a nuestra boda.

—Soñar es gratis Remington.— Canturreo la chica, pues ella era consciente de que a el sólo le faltaba un año para terminar la especialidad de psiquiatría, y ella no tenía planes de casarse tan pronto.

El doctor se hecho a reír y el cronómetro sono indicando que la hora había pasado.

Los dos jóvenes se levantaron.

—Cuídense mucho.

—Lo haremos.— Dijo alex.

Ella se acerco, dándole un buen abrazo al doctor que fue su médico durante años.

—Vendremos a visitarlo pronto, no lo dude.

—Cuento con ello.

•Save Me•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora