O14 | No sé si es extraño

913 127 10
                                    

Pov Jungkook

-¿Qué te pasa, Jungkook? Últimamente estás muy... desanimado -dijo mi amiga desde la pantalla.

Eunha y yo hemos seguido en contacto. Todos los días chateamos y algunas veces hacemos Skype, como hoy.

En mi clase de informática he sido el primero en terminar la asignación y el profesor, de recompensa, me permitió el acceso libre en el ordenador, obviamente que no fuera nada inmoral.

Se me ocurrió llamar a Eun, ya que me había comentado que en este mes, su instituto daría varios días libres por fumigación. Mientras yo tengo que seguir asistiendo a este infierno.

-¿Por qué lo dices? -fruncí el ceño y rasqué mi nuca nerviosamente.

-Comencemos por tus ojeras -noté que su dedo índice tocó la pantalla de su portátil-, uff pareces un muerto. Segundo, ya no me cuentas tus chistes malos. Sé que suena ridículo, pero me hacen falta. Tercero, hablas poco y si intentas decir que me estás escuchando, pues no te creo. Te ves como en otro mundo. Además, estas dos semanas desapareces de repente. ¿Puedo saber qué te sucede, Jungkook?

Eunha tenía toda la razón. No lo podía negar. Me sentía como la mismísima mierda, pero no sabía cómo expresárselo a Eunha. No la culpaba, ella estaba preocupada por mí. Y por eso odiaba tener amigos, porque se preocupan por mí. ¿Qué tan extraño puede sonar eso?

-Eun... -miré hacia todos lados-, sí me pasa algo... pero no te puedo contar aquí. Ya sabes, estoy en el colegio.

-Entiendo. ¿Entonces a qué hora te conectas?

Un chico pasó atrás mío y vio a mi amiga la pelinegra y se rió.

-Ya no eres maricón, ¿eh Jeon? -se fue, riéndose y ahora junto a sus amigos.

Idiota.

Sentía que era una gran suerte que tenía los audífonos puestos, ya que no quería que Eunha se enterara de mi orientación sexual de esta manera.

-Apenas llegue a casa, te envío un mensaje -le hice un gesto con la mano de "hasta luego" y cerré la videollamada.

Para mi suerte, el timbre sonó y tomé mi maleta, conecté los audífonos a mi móvil y reproduje música para aislarme de esta mierda de mundo.

A veces no me gustaba decirle mierda el mundo.

Es decir, el mundo no es una mierda. La mierda soy yo.

Continué caminando sin hacerle caso a nada, ni a nadie. Mi destino era dirigirme hacia la próxima clase, pero yo tenía toda la calma del mundo e iba con lentitud. Probablemente llegue para cuando la clase ya ha concluido.

De pronto, sentí lo que estas dos semanas he estado sintiendo.

Algo que me falta: su presencia.

Por casi tres semanas no he visto a Jimin. Él no se ha colado por mi ventana, o tan siquiera lo veo en el colegio. Pero he estado sintiendo como si él estuviera conmigo, aunque no lo pueda ver.

No sé por qué me siento así. Creo que estoy tan acostumbrado a él que comienzo a alucinar.

Quizás la música sea de gran ayuda para entretener mi mente, pero a veces me hace recordar a él y de eso siempre temo a cada segundo. No sé si decir que lo extraño, porque no quiero hacerlo. Pero si sentir que está conmigo cuando en verdad no lo está, significa que lo extraño; pues he de admitir que me hace falta. Como amigo.

Miré hacia atrás y no había nadie.

"Ya deja de alucinar, Jungkook" mi menté me obligó.

Cerré los ojos por segundos, respiré profundo y caminé los pocos metros que me quedaban hasta mi aula.

Uncover 天使 ᴊɪᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora