027 | Escapados

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Pov Jungkook

-Me siento como si me estuviera escapando -le dije a Jimin, quien recién me depositaba en el suelo luego de habernos tirado de un séptimo piso, volando obviamente.

-Es lo que hacemos -respondió con una cara de cansado.

-¿Estás bien? -pregunté y él asintió, pero su expresión facial decía lo contrario.

-No sé por qué me siento como... cansado.

-¿Será porque acabas de bajarme del séptimo piso de un hospital? -le recordé y él nego-. Vamos, estoy gordo, admítelo.

-No, Kookie, jamás me había sentido cansado por volar -frunció el ceño y luego agregó-. Y no, no estás gordo.

-Bueno, mejor apresurémonos, que es de noche ya y no quiero que me empiecen a buscar... Vamos a mi casa por ropa -dije y Jimin asintió con una mano en su pecho, caminando a mi lado.

Luego de 13 minutos, llegamos a mi casa. Agradecía eternamente que el hospital quedara cerca, pero claro, estaba cerca de la casa de Harvey también. Jimin ya se sentía menos cansado, pero sí lo noté pensativo, probablemente por eso.

Jimin y yo decidimos entrar por la ventana. Por lo menos no teníamos que volar, pues podíamos usar el árbol o cargarnos uno al otro para entrar por ella. Obviamente no entraríamos por la puerta principal, pues mi madre me podría ver.

Eunha iba a cubrirnos. Bueno, cubrirme. Ella entretendría a nuestros padres (qué extraño sonó eso, pero me acostumbraría), mientras yo hago una maleta con ropa, bajo por la ventana y subo al coche donde ella correría a subir. Eunha ya había hecho sus maletas, y además había recuperado mi carro.

En el hospital habíamos hecho un plan y lo pondríamos en marcha de inmediato.

Con la ayuda de Jimin subí a mi habitación, aterrizando en el suelo de manera dura, pero no dolió mucho. Lo primero que hice fue cambiarme esta horrible ropa que daba el hospital, reemplazándolo por una sudadera gris y unos jeans negros con huecos. Reemplacé mis botas por converse blancas y comencé a empacar.

En mi maleta puse mucha ropa, prácticamente toda la que tenía en el armario y era bastante. Tenía suerte de que mi maleta era esas tipo viajes largos, y cabía todo lo necesario, incluyendo mis zapatos y utensilios personales.

Ya tenía todo, incluyendo mi billetera con mis tarjetas de crédito y demás.

Por último, revisé la habitación para verificar qué se me quedaba antes de cerrar la maleta, y justo en ese momento vi mis fotos con Somin. Sentí mi corazón detenerse por un segundo y luego encogerse. Rápidamente mis manos atraparon el pequeño retrato y lo contemplé, recordando mis lindos e irreemplazables momentos con mi querida hermana.

Quería llevarme todos los retratos, pero no cabían y probablemente se romperían, así que con costo elegí uno, y era el que me gustaba más. No podía no llevarme una foto con Somin, era como para tenerla siempre conmigo, en mi corazón.

-Psst -escuché a Jimin llamarme y lo volteé a ver. Él estaba en la ventana-. Escucho gritos, será mejor que nos vayamos ya.

Asentí con el ceño fruncido, ya que me extrañaba que Jimin haya dicho gritos. Pero decidí no prestarle atención y cerrar mi maleta, para luego agarrarla y dársela a Jimin.

-Baja mi maleta primero -ordené y él asintió, haciéndolo. Luego se dirigió a mí y me facilitó el salto desde la ventana-. Mierda, me sigo sintiendo adolorido de la caída -susurré.

Caminé silenciosamente, pasando la ventana de la cocina y otra de la sala con cautela, evitando que me vieran, pero al pasar por la ventana de la sala no pude evitar asomarme para ver qué sucedía.

Uncover 天使 ᴊɪᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora