026 | La Cura

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Pov Jimin

Estaba nervioso, lo admito. Una hora atrás había hablado con Eunha y el hecho fue muy impactante para mí como probablemente lo sería para Jungkook.

••FLASHBACK••

La ventana de la casa de Jungkook estaba cerrada. Su coche no se encontraba en el garaje, lo que me pareció extraño, ya que en su lugar había otro muy diferente al de él. Entonces me puse a pensar, ¿habría alguien más en su casa? ¿Su mamá probablemente? Sólo la idea me dio escalofríos, conociendo la actitud de Jungkook y sus sentimientos hacia su mamá, no quería imaginármelo gritándose entre sí y que yo no pueda estar presente para él.

Pero la casa se encontraba completamente silenciosa. Es decir, no sonidos de vidrio cayendo al suelo, no gritos, no discusiones. Y me pareció totalmente extraño.

Así que decidí no entrar por la puerta, sino por la ventana. Ésta estaba cerrada, pero aún así podía traspasarla, lo cual no me agradaba por completo porque me gustaba ser el chico que a Jungkook tanto le gustaba que se colara por su ventana. Sonreí, pero temía a que Jungkook estuviese enojado conmigo y me ignorara por completo o me pediría que me fuera. No quería eso. Quería hablar con él, aunque probablemente estaba harto de eso porque no siempre todo salía bien.

Cuando ya me encontraba traspasando la ventana, sentí una pesadez. Sentía que me costaba traspasarla. Antes era como una hoja que el viento se llevaba, pero ahora me costaba más y no sé por qué. Pero tampoco le hice caso a aquello y seguí con lo mío.

La habitación de Jungkook estaba completamente vacía. Ni siquiera pude ver su billetera ni su celular sobre el pequeño mueble. Hoy era Lunes y su maleta no estaba, o sea que sí había asistido a la escuela. Fruncí el ceño. Me preguntaba dónde estaba. Si no estaba aquí, tampoco estaría en otra parte de la casa, es decir, no ha regresado del instituto.

De pronto, percibí una pila de ropa encima de la cama de Jungkook. Me dirigí hacia ella y tomé la ropa con mis manos. Era ropa de mujer. Una camisa y jeans hasta más ajustados de los que Jungkook usaba. Había un papel adentro de éste. Rápidamente mis manos se ingeniaron para sacarla y abrirla, pero de repente escuché el sonido de una puerta abrirse atrás mío y a la velocidad de la luz solté lo que tenía en mis manos.

-¡QUIÉN ERES! -todo en mí se paralizó por completo al oír una voz femenina que se dirigía hacia mí. Ni siquiera me moví. Es decir, no podía ser conmigo, ¿cierto?-. ¡Voy a gritar! ¡Muévete de ahí! -no era necesario, ya estaba gritando.

Me volteé y vi a una chica con rasgos muy parecidos a Jungkook, sólo con una toalla cubriendo su cuerpo. Ésta tenía ojos marrones, y a pesar de que su cabello estuviera húmedo, era muy lasio y negro. Era alta y blanca. ¿Acaso no era Jungkook vestido de mujer?

-¿Me puedes ver? -fue lo primero que pregunté. Me encontraba como un estúpido porque con el hecho de que Jungkook podía verme era demasiado para mí, pero si era cierto que esta chica me hablaba a mí, era el colmo.

Ella pareció enojarse por mi pregunta.

-Claro, ¡estúpido! -respondió groseramente. No parecía tener tanto miedo, pero sí estaba alarmada, vigilando cada movimiento que yo hacía y cada vez que pestañeaba.

-Okay -inhalé aire, aunque sentía que no podía-, por favor no grites. Relájate -no sabía qué decirle porque sabía que en cualquier momento podía gritar y por lo visto habían personas abajo.

-¿Cómo me pides que me relaje cuando apenas salgo del baño me encuentro con un violador, ladrón como tú? -fruncí el ceño. Qué ridícula.

-Bien, ehm -me acerqué a ella y toqué su brazo y ella pegó el grito de su vida.

Uncover 天使 ᴊɪᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora