Uncover 天使 ᴊɪᴋᴏᴏᴋ

OO8 | Un nuevo amigo

Pov Jimin

Regresé a la Tierra temprano en la mañana para buscar a Jungkook. Ayer tuvimos una charla algo rara luego de haber pasado por un mal momento. Jungkook se sentía muy mal con su vida. Tras que tenía que lidiar con la muerte de su hermana, el poco afecto de su madre y yo, un extraño que trata de ser su "amigo", en el colegio recibía bullying. Prometí dejarlo en paz luego de que hablara conmigo....

Pero no puedo dejarlo en paz.

Jungkook tiene información importante para mí. Necesito saber más sobre su capacidad de ver ángeles. No voy a dejarlo "en paz" hasta tener su confianza y que me explique todo esto. Sé que si le digo a La Voz o a mis compañeros ángeles, no me creerán o pensarán malas cosas de mí, por lo tanto quiero hacer esto por mi cuenta.

Noté que la alarma del pelinegro comenzó a sonar y él gruñó, para luego apagarla semi-consciente de un solo manotazo.

-Puta vida -comenzó a quitarse las sábanas de encima y a tratar de levantarse, pero aún con los ojos cerrados.

-¡Qué linda forma de despertar! -exclamé sarcásticamente y éste saltó de su cama.

-¡Qué haces aquí! -se cubría con su almohada como un escudo.

-Lo siento no encontraba el timbre de la puerta -mentí en broma.

Jungkook seguía cubriéndose todo y no entendía por qué. Su rostro estaba como el de un fantasma y sus casbellos negros estaban todos despeinados. ¿Cabe decir lo gracioso que es cómo se ve un humano cuando despierta?

-¿¡Y cómo entraste!? -preguntó horrorizado.

-Por la ventana -nuevamente mentí, señalándola.

-Ni siquiera está abierta -entrecerró los ojos, mirándome como si fuera sospechoso de algún crimen.

Rodeé los ojos.

-¿Me seguirás preguntando cosas o te prepararás para ir al instituto? De verdad no tengo ganas de discutir en este instante -me crucé de brazos, arqueando una ceja. Jungkook me miró con mucho odio.

-No puedo creer que estando en mi propia casa y siendo un extraño me trates de esa manera -se levantó y noté que estaba en unos bóxers muy ajustados, pero al parecer él también lo notó y sus mejillas tomaron un color muy rosa, haciendo que se metiera entre sus sábanas de nuevo.

-¿Qué? -fruncí el ceño por su extraño comportamiento.

-Estoy en bóxers -respondió.

-¿Y? -no entendía por qué se tapaba.

-¡No quiero que me veas! -reclamó.

-¿En serio? Vamos, somos hombres, tenemos lo mismo. No eres una niña, ¡así que déjate de pendejadas y pasa al baño!

-¡No! ¡Me rehúso a que me veas así! ¿Quién sabe qué clase de violador eres? -usó en su contra y solté una gran carcajada.

-Créeme, si fuera un violador ya te hubiese violado desde el día en que te traje a tu casa -le guiñé el ojo y él rodó los ojos.

-¡Ugh! -se levantó-. No me veas -advirtió.

-Ajá -me volteé y él caminó hasta el baño, pero antes de que entrara volví a voltearme-. ¡Lindo trasero! -halagué y Jungkook corrió hasta cerrar la puerta.

-¡IDIOTA! -exclamó desde el otro lado.

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