E P Í L O G O

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Pov Eunha

Entré a la habitación, pero antes de que pudiera completamente hacerlo, una mano se posó en mi hombro y me detuvo.

-¿Estás segura de que quieres hacer esto? -los lindos ojos mieles de Taehyung me miraban con compasión. No podía ser amor o preocupación, pero bastaba.

-Lo estoy, Taehyung -sonreí y no pude evitarlo: mis ojos se llenaron de lágrimas sin derramarlas. Él colocó su mano en mi rostro y colocó el pulgar debajo de mi ojo, como preparado para limpiar cualquier gota de agua salada que amenaza en caer.

-¿Qué sucede si no nos encontramos? ¿Y si pierdes la memoria? ¿Y si te lanzan a un mar de almas perdidas? -muchas preguntas que, admito, me daban temor, pero eran tarde para buscar su respuesta.

-No importa lo que pase -sonreí, pues eso era lo único que me quedaba en un momento como éste-, no cambiaré de opinión -miré hacia la derecha y estaba Jungkook en una camilla, con unas inyecciones con tubos delgados conectados en la vena de su antebrazo, siendo su sangre extraída.

Recordé mi despedida con mi hermano. Lo amaba mucho, por eso hacía esto. Muy valiente de mi parte, lo sé, pero me alegra tanto que si muero y no vuelvo a ser consiente de nada de esto, he entregado mi vida a una buena causa: para el gozo del amor de dos personas que en realidad se lo merecen.

-Eunha, es hora -Johannah vino a avisarme-. Hoy moriremos felices -me sonrió y yo lo hallé extraño, pero asentí.

-Es hora de irme -le dije a Taehyung, quien me miraba sin saber qué más decir-. Ha sido lindo conocerte. Espero reencontrarte en el otro lado.

Entré a la habitación por fin. Jimin había bebido como dos litros y medio de sangre de Jungkook, y estaba recostado en una cama con los ojos cerrados. Estaba en proceso de convertirse, pues los ángeles no duermen y Jimin estaba en un casi-sueño-profundo.

-Tomaremos estas pastillas y en cuestión de minutos nos dormiremos, ¿está bien? Es mejor estar dormidas para cuando eso ocurra -Johannah frunció el labio y yo asentí.

Johannah me dio tres pastillas, las cuales bebí con agua rápidamente. «Por lo menos no va a ser doloroso», pensé.

Luego de haberlas ingerido, respiré profundamente. Habían dos camas más, especialmente para mí y para Johannah. Me recosté en la mía y coloqué mis manos encima de mi abdomen. Miré hacia el techo y traté de tranquilizarme.

-¿Qué piensas, Eunha? -la voz de Johannah se hizo presente en el silencio.

-Nada. Sólo espero el efecto de las pastillas. ¿Le has entregado a Lottie la carta? -pregunté sin mirarla. Sólo miraba hacia el techo.

-Sí, querida -contestó-. Mmm... Creo que ya tengo algo de sueño -bostezó con normalidad-. Qué tengas dulces sueños, Jeon Eunha.

No contesté a eso. Yo también empezaba a adormecerme. Mis ojos se llenaron de lágrimas. ¿Acaso eran de tristeza o felicidad? No podía diferenciarlo, pero eran mis últimas lágrimas y no me iba a arrepentir ya de esto.

El techo comenzaba a moverse. Me empezaba a sentir mareada y con muchas ganas de dormir. Estaba lista para eso, no había vuelta atrás. Éste sería el último sueño, del cual no despertaría jamás.

Mis ojos finalmente se cerraron y sólo pude pensar en una mejor vida.













MESES DESPUÉS

Pov Jungkook

-¡Amor, amor! -escuché gritos de Jimin desde la cocina.

Me alarmé y me asusté, pues me llamaba con urgencia, así que me levanté de la cama, teniendo que dejar de ver mi programa favorito, y salí corriendo hacia la cocina.

Uncover 天使 ᴊɪᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora