Babeante

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Las Sombrias Aventuras de...
Mandy x Irwin

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- Estúpido Perro.

Mandy maldecía a distraía y siniestra con el ceño fruncido y el mismo tono de siempre, solo que ahora y por alguna razón, se veía más molesta de lo normal.

- Salivaaa... ¡Saliva!

Bueno, ahora la ira de la rubia tenía una justificación.
Esta mañana Mandy había intentado sacar a pasear a su mascota, pero claro, siendo un perro tan cobarde y sentimental como lo era Saliva, él salió huyendo ante las amenazas de su ama de que, si no se movía, lo regalaría a una familia que comiera perros. Mandy tenía derecho a estar molesta, era la primera vez Saliva se iba de esa forma.

- Más le vale no haberse metido en ningún... - Mandy detuvo su caminar ante el familiar sonido de un ladrido y la rubia, bastante segura de que pertenecía a su perro, se dirigió al lugar del que provenía ese ruido en específico.

Como sospecho, ahí estaba su perro. Lo que la sorprendió en realidad, fue que este no estaba lloriqueando como ella esperaba encontrarlo, sino que llevaba muy contento en su hocico un palo de madera.

Mandy alzó una ceja en confusión, esto definitivamente no era algo que esperara ver.

- ¡Bien hecho Saliva, ahora tráelo! - Le dijo Irwin al perro quien, gustoso, corrio torpemente hacia él. Saliva soltó el palo, completamente ensalivado valga la redundancia, a los pies del chico moreno. Irwin levantó el palo con algo de asco y lo agito un poco, intentando quitar toda la baba que pudiera. - Eww, Saliva... jajaja, que asco.

- No decidí llamarlo así por nada.

Irwin volteó algo sorprendido mientras que Saliva ladraba gustoso. De pie, a unos pocos metros de ellos, estaba Mandy con los brazos cruzados y su típico ceño fruncido. El perro se acercó contento hacia su ama, quien le dio unas palmaditas en la cabeza, tal parecía que la tristeza se había disipado del perro, pues le lamio la mano cariñosamente, como si nada hubiera pasado.

- Hey... - El moreno comenzó a sudar frío, claramente nervioso. Hacía años que había dejado de acosar a la rubia, sin embargo, sus sentimientos por ella seguían intactos... la amaba y le temía por igual. - ¿Que cuentas nena?

- ¿Que hacías con mi perro, Irwin? - Preguntó la rubia sin rodeos. Cualquier persona diría que Mandy sonaba muy tranquila, sin embargo, conociéndola tan bien como la conocía el moreno, sabía con el solo hecho de mencionar su nombre de esa manera significaba que estaba hablando con total seriedad, por tanto, cualquier comentario estúpido o fuera de tema estaba estrictamente prohibido.

- Yo... lo encontré - Mandy alzo una ceja, claramente insatisfecha con la respuesta tan corta, así que Irwin procedió. - Él estaba llorando dentro de un bote de basura... juro que iba a llevarlo de regreso a tu casa, en serio, es solo... es solo que él se veía tan...

Irwin guardo silencio pues, de todas formas, no fue necesario decirlo, la rubia entendía perfectamente lo que estaba a punto de decir. Su tono de voz, su mirada desviada, su posición rígida, todo en él lo delataba. Irwin nunca había sido bueno ocultando sus emociones, más bien todo lo contrario. El moreno era un libro completamente abierto, tanto así, que Mandy no tardo nada en comprender que más que empatía o lastima, Irwin se sentía identificado con su perro.

A los ojos del mundo, ambos eran patéticos.

- Ya veo... - Fue todo lo que ella pudo decir, por primera vez en mucho tiempo, la rubia no sabía que decir.

- Si...

Ambos se quedaron callados. Si el silencio era bastante incómodo para ellos, Saliva, siendo solo un espectador, se sentía confundido.
¿Ambos estaban tristes?
Él amaba a su ama y no quería verla triste... y le caía bien el otro chico, tampoco quería verlo así.

Así que Saliva, decidiendo actuar, lamio a su ama para luego acercarse al chico moreno y lamerlo también.
Ambos, cubiertos de baba, miraron al perro bastante confundidos, pero este solo ladro de alegría.

Irwin rio un poco y acomodo sus gafas.

Mandy solo bufo y acaricio a su mascota.

Ambos se despidieron y se dirigieron a sus respectivas casas.

Saliva caminaba feliz y babeante junto a Mandy...

Esperaba poder ver a Irwin mañana. 



Ship-fics |Inktober 2018|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora