1. Presentación

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─Probando, uno, dos, tres. ¡Listo!. Necesito a todos aquí reunidos.

Al entrar los amigos a la cabaña que eligieron, salieron con toda la prisa del mundo a ver lo que estaba pasando, "quizás no sería tan malo" pensó McCartney al mirar alrededor y ver algunas chicas guapas mirándolo con algún tipo de lujuria "vamos, se va a poner bueno" pensaba el demás grupo casi emocionado peinando su cabellera repleta de vaselina con una gigantesca sonrisa burlona.

─Soy John Winston Ono Lennon, soy el jefe de cualquier zona en éste putrido lugar. Y ella, mi esposa, va inspeccionar las cabañas cada mes, si hay algún incidente o algo fuera de lo común habrá sanción y tendrán que dormir fuera de la cabaña.

Todos prestaban atención menos Paul ya que al ser observado por tanta chica y halagado, no podía dejar de verlas y hacer las estupideces que lo hicieron llegar hasta aquí tal como;
─Viejo, ¿qué no encontraste algo mejor?, tu mujer parece una rata.

Se escucharon carcajadas entre la multitud, mientras las pocas chicas del lugar casi se desmayaban a tal acto tan imbécil que ellas veían como heroico, todos estaban felicitándole hasta que sintió una pesada mano en su hombro izquierdo indicando que habría problemas.
─¿Qué?, eso es inapropiado.
El adolescente de dormilones ojos hazel pudo haberse retractado en aquél momento pero no, salió de sus labios otra vez esas palabras que hacían enfurecer de alguna forma a Lennon.
Asi que no tuvo de otra que jalarle la oreja y llevarlo al "cuarto de castigo".
Al llegar a aquél atinó a tirarlo al piso, Paul solo lo miró molesto esperando algún ejercicio (para desobedecerlo). Normalmente era levantar pesas pero Lennon quería hacer algo menos pesado con él.

─Quedate en plancha 30 minutos.

El azabache se quedó en el piso con los brazos cruzados viendolo sin intenciones de hacer algo. John ya desesperado, lo tomó del cuello de su blanca camisa de uniforme acercandolo un poco hacia su rostro.

─Vamos, hazlo, no te estaré rogando toda la vida. Es solo media hora, no te vas a lastimar nada princesita. ¿O quieres levantar pesas por media hora?...

Paul de mala gana lo apartó y se puso en la posición indicada, y si que estaba jodida su condición fisica, a los minutos ya estaba gritando de lo doloroso que se le hacia hacer eso, mientras los demás estaban fuera del cuarto escuchando los "desgarradores gritos" tapando sus bocas temiendo por Paul.

(...)

─Vamos niño, faltan 2 minutitos. Si te mueves lo tendrás que volver hacer.

Habló después de un largo silencio, y vaya, no se había fijado bien del todo pero ese niño si que tenía donde sentarse, al olvidar eso sé colocó enseguida del cadete con los brazos cruzados.

─Lo hiciste mariquita. Que novedad.
Si eso te dolió imagínate... las pesas, pero ya que, por cierto, los castigos van aumentando, yo fuera tú me portaba bien.
Paul se levantó casi temblando, su condición fisica si estaba muy escondida.
Apenas y podía moverse, su frente sudaba a montones y su respiración estaba agitada ante "ese menor esfuerzo" que tanto decía Lennon.

─Viejo estúpido
Murmuró captando la atención de John, el mismo volteó a verlo con el ceño fruncido y caminó hasta él.
─¿Qué dijiste?
─Viejo estúpido.
Dijo para después escupirle en la cara, estando ambos frente a frente, Lennon tomó su muñeca y lo acorraló en la pared.
─El único estúpido aquí eres tú, ¿quieres llegar al siguiente nivel?, ¿cierto?.
Al terminar su frase lo soltó, y salió de ahí dejando a Paul algo asustado. Por un momento sintió que su alma se iba de su cuerpo a la vez que su corazoncito, se tocó el rostro y notó que estaba hirviendo. Al salir John miró a todos los cadetes ahí asustados, él sólo se soltó riendo mientras los demás veían a Paul salir de ahí casi temblando y con la cara roja.

(...)


─¿Qué te hizo Paul?
El trío de amigos preguntaron al unisono molestando un poco más a Paul de lo que ya estaba.
─Vamos viejo... no puede ser... ¡¿te tocó?!. Oh Dios, santo cielo, madre santa, demonios, belcebú...

Gritó George mientras los otros dos se soltaban carcajeando con un Paul con cara de pocos amigos.

─¿Qué?, ¡no!. Qué asco con tan solo pensarlo. Me hizo hacer un ejercicio por media hora y Dios, soy lo peor, me duele aún todo, también solo tomó mi muñeca y me acorraló para darme una "advertencia". Nada fuera de lo común chicos...
─Qué gay
Murmuró Ringo al oído de Harrison y Epson. Paul solo frunció su ceño e hizo cara de asco.

─Si los escuche idiotas, ¿por qué cualquier cosa que hago les parece algo gay?.
─¿Por qué no lo pateaste?, dinos.
Habló George de una vez sacando un cigarillo dentro de su almohada.

─Me pudo hacer otra cosa y ustedes en vez de preocuparse, dicen "que gay", estúpidos. ¿Por qué son mis amigos?.
─Porqué nadie te quier..., ¡¿por qué cambias el tema?!
Habló Ringo y miró a Paul.

─¿De que hablabamos?
Dijo Paul y los otros tres rodaron los ojos ante la terqueza de McCartney. Él rió viendo la seriedad de sus amigos ante eso.

─¿Ya nos vas a decir Macca?
Dijo por fin Brian, ahora el ambiente estaba serio y algunos resoplidos de Ringo eran parte de aquél. Paul calló su risa y lo miró molesto.
─¡Me amenazó, viejo!
─¿Y tu desde cuándo haces caso o qué?, ¿quieres que te premie con un besito tu nuevo novio John?

─Matate Brian, pues desde que ese tipo me amenazó, cara de prepucio.

Habló y se cobijo con las mantas que estaban en la cama, estaba enojado, eran muy idiotas cuando se lo proponían y eso era casi siempre.

¿Podremos? (McLennon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora