Montserrat
Me mantengo inclinada sobre el inodoro, una arcada invade mi cuerpo y mi estómago se contrae nuevamente. Pronto he devuelto todo lo que había comido durante toda la mañana.
— ¿Estás bien? —Escucho la voz de Jack, sin embargo, no volteo porque nuevamente siento el líquido correr por mi garganta. Lo siento colocarse detrás de mí y sujeta mi cabello.
¿Qué es lo que pasaba conmigo?
Intento recordar algún detalle que pudiera ocasionar el malestar, sin embargo, no hallo ninguno. Maldición ¿de verdad tenía que suceder esto ahora?
Cuando estoy casi segura que ya no tendré ni una arcada más, me incorporo. Tomo un pedazo de papel para poder limpiarme la boca y me dirijo hacia el lavabo.
El sabor amargo permanecía en mi boca y no me agradaba para nada. Una repentina sensación de fatiga me había invadido y yo intentaba entender a que se debía.
— ¿Estás bien? —Jack me pregunta nuevamente. Me tomo unos segundos antes de girarme hacía el, permanece apoyado en el umbral de la puerta, mirándome con cierto aire de preocupación.
—Sí, algo debió de haberme hecho mal pero ahora no tengo idea de que pudo haber sido —Respondo. Él asiente antes de girarse para salir del baño, paso las manos por mi cabello para acomodarlo y comienzo a seguirlo.
—Supongo que ya no tienes muchas ganas de comer —Jack comienza a tapar la comida que ya se encontraba servida, y le lanzo una mirada de disculpa.
—Lo siento, pero el apetito se me ha espantado por completo —Me disculpo. Por más que intentara comer, estaba segura que no lo conseguiría. Y lo más probable era que si lo hacía, terminara de nuevo con la cabeza dentro del inodoro.
—Bueno, si yo hubiese devuelto el estómago de esa manera, tampoco tendría apetito, así que no te disculpes—. Dibuja una sonrisa amable en su rostro, antes de tomar los platos y perderse de nuevo en el interior de la cocina.
Asiento. Jack toma los dos platos antes de girarse y perderse en el interior de la cocina. Paso mi vista alrededor del lugar, observando mejor los detalles.
Una fotografía se encuentra sobre la meseta, justo delante del gran espejo. Camino hasta ella para poder observarla mejor. Dos chicos aparecen sonriendo a la cámara, el parecido entre ambos es increíble, sin embargo, uno de ellos tiene el cabello completamente negro haciéndome fácil reconocerlo.
—Es mi hermano menor. —Me sobresalto ligeramente al escuchar la voz de Jack a mis espaldas. Él se encuentra a unos pasos de distancia de mí y observa la fotografía con una ligera sonrisa.
—Se parecen demasiado —mascullo regresando mi mirada a la foto. Calculo que esa fotografía tiene al menos unos tres años.
—Sí, eso es algo que siempre han dicho —admite—. Pero Adler es dos años menor que yo.
— ¿De verdad? Es fácil jurar que tienen la misma edad —dejo nuevamente la fotografía en el lugar en el que se encontraba para después girarme hacia Jack.
—Sí. —Observa la fotografía por un par de segundos más antes de centrar su mirada en mí. — ¿Quieres hacer algo más? Ver una película, charlar. —Se encoge de hombros cuando termina de hablar.
—Suena estupendo, pero creo que debería irme. No me siento muy bien.
No me pasa desapercibida la mueca de decepción que Jack coloca en sus labios. La tentación de quedarme tan solo un rato más me llena, sin embargo, la repentina la repentina fatiga que me había invadido hacía que en estos momentos solamente deseara estar sobre mi cama.

ESTÁS LEYENDO
Inesperado Amor ©||EN EDICIÓN||
Teen FictionElla solo quería divertirse una noche. Y así conoció, al que sería el amor más real y maravilloso que la vida pudo haberle puesto en el camino. Portada realizada por OmiBilre QUEDA PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTA HISTORIA. OBRA RE...