17.- Hablar con la verdad. (*)

80K 4.5K 694
                                    

Montserrat

—No puedo creerlo ¡Se atrevió a hablarte! —Amanda pronuncia mientras se deja caer sobre el sillón de la sala. Caleb viene detrás de ella, lanzándome miradas interrogantes que no soy capaz de soportar.

— ¿Ahora si vas a decirme quien era ese idiota? —inquiere Caleb. —No quiero tener que hablar a Luke para hacer presión Montse. —advierte.

—No era nadie importante ¿de acuerdo? —respondo tomando asiento en el sillón frente a mi amiga. Durante todo el camino, o gran parte de este, Caleb había estado insistiendo en que le dijera quien era realmente el chico con el que me había visto. Y yo realmente no encontraba la valentía suficiente para decirle de quien verdaderamente se trataba.

— ¿Nadie importante? Pues a mí me pareció lo suficientemente importante porque no quería soltarte —masculla —Así que dime ¿Quién es?

No estoy lista para decirle que se trata del padre de mi hijo, tampoco estoy lista para confesarle que estoy embarazada, la cobardía se apodera de mí cada que quiero hacerlo.

—Es un chico con el que salió hace un tiempo —Amanda intercede en mi rescate. —Al parecer no la ha superado—. Mi amiga se encoge de hombros mientras observa a mi hermano.

—Bueno, pues más le vale mantenerse alejado de ti —Responde Caleb dedicándome una mirada de advertencia —Porque yo estaría gustoso de darle unos buenos golpes para hacerle entender que no lo quieres cerca.

—¿Por qué siempre quieres resolver todo a golpes? —inquiero.

Caleb sonríe.

—Porque hay idiotas que con palabras amables no entienden —asegura—. Y el chico del centro comercial, es uno de ellos.

Resoplo con molestia.

—Soy lo suficientemente adulta como para saber defenderme, no necesito que hagas nada.

Él arquea una de sus cejas, cruzándose de brazos.

—¿Desde cuando eres tan arisca? —pregunta—. ¿Qué has hecho con mi hermana?

—La has fastidiado por completo —reclamo incorporándome—. Eres insoportable.

No espero una contestación, lo esquivo para conseguir llegar a mi habitación y encerrarme en ella. No tenía energía para responder sus preguntas, ni mucho menos para tolerarlo con su actitud de "chico malo".

—¿Las hormonas? —sonrío con ligereza cuando Amanda ingresa—. Solo está preocupado, lo sabes.

—Lo sé, pero a veces es tan insoportable —susurro—. Debo decirles, pero no me atrevo aún.

—Será peor si dejas que el tiempo pase y lo descubren por otro medio.

Era consciente de eso, pero una parte de mí, la cobarde, se sentía aún demasiado aterrorizada como para hacerlo. Siempre han intentado cuidar de mí, no quería más problemas, no quería más presión.

—¿Estás bien? No quiero irme y dejarte así —admite—. ¿Quieres que llame a Karen?

Niego.

—Estaré bien, gracias —ella se acerca, nos damos un corto abrazo y termina por salir.

Cierro los ojos, dejando caer mi cuerpo sobre el colchón. ¿Por qué no podía volver todo a la normalidad?

El recuerdo del encuentro con Jack vuelve a mi mente. Existiendo tantas plazas y centros comerciales en la ciudad ¿Él decide ir al mismo en el que nos encontrábamos? ¿Por qué el destino me hace esto?

Inesperado Amor ©||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora