Capítulo 42 (*)

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MONTSERRAT

No puedo dejar de sonreír mientras observo con ternura la escena que se está reproduciendo frente a mí. Jack no ha sido capaz de soltar a nuestra hija desde que pisamos mi departamento, la mantiene en sus brazos, presumiéndola con una sonrisa orgullosa.

Ni si quiera su propio hermano ha conseguido que la suelte, la única forma de que Jack lo haga es que nuestra pequeña Hannah llore y el no sea capaz de calmarla. Hannah, ese había sido el nombre escogido para nuestra pequeña, tanto Jack como yo habíamos coincidido en que era un nombre hermoso, perfecto para nuestra hija.

—Si tu novio sigue rehusándose a entregarme a mi sobrina comenzaré a practicar boxeo con él —Comenta Luke mientras se deja caer a un costado del sillón en el que me encuentro.

Suelto una pequeña risa mientras centro mi atención en mi hermano, mantiene los brazos cruzados sobre su pecho mientras una graciosa mueca se apodera de sus labios.

—Tienes que entenderlo, está maravillado —Pronuncio regresando mi mirada hacia Jack, quien sorpresivamente le ha entregado a nuestra hija a mi padre.

—Oh, sabe lo que le conviene —Articula con burla Luke mientras sonríe —Aprovecharé esta oportunidad para adueñarme de mi sobrina.

Con una sonrisa en el rostro observo como mi hermano se incorpora para encaminarse hacia donde mi padre se encuentra. Lo observo seguir el camino y suelto una pequeña risa cuando desde mi lugar puedo ver la negativa que mi padre le da en forma de respuesta.

Me era prácticamente imposible creer lo rápido que había trascurrido todo, los planes que teníamos para el baby shower estaban ya cancelados puesto que nuestra hija había decidido nacer antes del tiempo estimado. Parece que no le agradaba mucho la idea después de todo.

Siento el costado del sillón hundirse, volteo para encontrarme con Jack, quien me sonríe totalmente radiante.

Me hacía demasiado feliz que él estuviese tan entusiasmado con la llegada de nuestra hija. Todas las dudas que había tenido de él en el pasado habían desaparecido por completo, Jack nos había demostrado hasta el cansancio que había cambiado. Ahora estaba completamente convencida de aquello.

—Es totalmente hermosa, te juro que estoy encantado nena —Pronuncia mientras dirige su mirada hacia donde mi padre y mi hermano se encuentran. —Si por mi fuese, no la soltaría jamás.

—Prácticamente eso es lo que estás haciendo ¿O no? No has querido entregársela a nadie. —Jack suelta una pequeña carcajada antes de centrar su mirada nuevamente en mí.

—Creo que es lo justo, luego de esperar casi nueve meses por ella. Es entendible que no quiera soltarla —Responde — ¿Tú como te sientes?

—Me siento bien —Pronuncio —Estoy más que bien.

—Me alegra escuchar eso —Responde — ¿No quieres ir a descansar? Puedo atender a los invitados, no hay problema.

—Noup, acabo de decir que estoy bien —Él asiente mientras se inclina hacia mi cuerpo para dejar un beso sobre mis labios, el contacto de sus labios contra los míos es increíble, me obligo a separarme de él cuando el timbre de la casa se hace escuchar.

—Voy yo —Se ofrece Jack mientras se incorpora del sillón. Pasan algunos momentos hasta que él logra llegar a la puerta, me mantengo atenta para mirar de quien se trata, y cuando Jack abre la puerta, una inmensa sonrisa se posa en mis labios.

Anna se adentra al departamento empujando el carrito en donde se encuentra la pequeña Jasmine.

Cuando me localiza, suelta un grito y suelta el carrito para correr hacia donde me encuentro.

Inesperado Amor ©||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora