¨Entonces...¨ Exclamo Cassie mientras esperaba a que su padre terminase de contarle aquel cuento, antes de poder dormirse.
¨La princesa tuvo que separarse de su padre una fría tarde frente a la playa. Aun dudaba de si misma pero al ver a su padre afligido comprendió que era en aquel instante cuando tendría que demostrar que era la gran persona a quien el rey había criado por tantos años. El trato de consolarla y le prometió estar allí el día en que fuese su coronación.¨
¨ Pero, ¿Por qué el rey tiene que irse?¨
¨El rey era perseguido por el terrible guarda de la muerte, este quería quitarle el pequeño diamante que siempre cargaba consigo. Aquel que protegía la vida de su hija. ¨
¨Pero ella, ella podría acompañarlo¨ Scott acaricio los cabellos de su hija y esta rio, el pensó en que aquella sería la última vez que estarían juntos y armándose de valor sin que su voz se quebrase continuo.
¨No, el rey no quería arriesgarse a que algo le sucediese a su pequeña. El sabía que tardaría años en regresar a su reino así que, la noche anterior cuando todos en el palacio se encontraban durmiendo entro con su sigilo a su habitación y la contemplo al dormir. Trato de grabarse su rostro, de hacer que aquella imagen jamás se fuese de su memoria.¨
¨ ¿Y que fue del rey?¨ Cassie comenzaba a cerrar sus ojos, se pellizcaba a sí mismas para tratar de escuchar el final del cuento.
¨Caminó entre los fríos bosques de la lejana Alemania y al encontrarse frente al lago fue tomado prisionero...Se creyó que este había muerto y la reina... la reina aprendió a amar de nuevo. Sin embargo la princesa aun lo esperaba, y ambos cada noche observaban a la luna deseando encontrar al otro...¨
Cassie había caído dormida.
Scott Lang acomodo sus cobijas, beso su frente y con sumo cuidado cerró la puerta de su habitación. Bajo las escaleras y se dirigió hacía donde Maggie se encontraba. Tomo sus manos y las besos antes de darse media vuelta y marcharse.
Cassie se había despertado y observo a su padre caminar solo entre las calles de San Francisco y rogo por el antes de volver a dormirse.
Scott se sentó frente a la costa, sabía qué no tenia escapatoria y, bajo una farola lloro al pensar en la pequeña a quien no volvería a ver.
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Marvel One shots
Short StoryEsto no es una historia de rayita. Si te gusta shippear has llegado al lugar indicado.