red gladiolus.

1.3K 197 110
                                    

A veces aquel hombre de piel verdosa se detenía a pensar el porqué su queridísimo mejor amigo y compañero de casi todo llevaba flores en el cabello y cada día una diferente. Pero mucho no le importaba.

Hasta incluso hoy se apareció con gladiolos rojos en el cabello. Cada vez la duda del porqué usa flores en el cabello le ponía impaciente. Aunque le gustaba ver su carita hermosa de porcelana y cabello azul vibrante con flores. Era para pintarlo como su chica francesa y exponerlo en una galería en París.
Suspiró viendo cómo bailaba Stuart lentamente “RU mine?”. 
Al parar la música el peliazul miró a su espectador y le sonrió. Se acercó a y se sentó con su amigo.

—Stuart, quería preguntarte —habló Murdoc —. ¿Por qué llevas flores en la cabeza? —preguntó.
Stuart tuvo un leve rubor. Parecía una muñeca de porcelana antigua, delicada y bella.

—Bu-bueno. Las flores tienen significados y todos los días quiero expresarlos a través de ellas —respondió —. ¡Como estás! Significan… —quedó pensativo por unos instantes —: felicidad eterna —mintió.
Murdoc asintió. Para la buena suerte de Stuart, el azabache aún no sabía los significados de las flores.

—Y… ¿Desde siempre fuiste tan tranquilo y tierno? —preguntó Stuart.

—Mira, Stu. Yo nunca fui así. Actualmente mí cabeza está tan descolocada de mí que ya ni sé qué hago —respondió Murdoc mirando el suelo.

—¿Y en qué cosas?.

—Como… no sé, evitar no romperle la nariz a alguien, ahorrar para tú bello sueño y no tener tendencias a nada extraño —contestó Murdoc. Stuart alzó una ceja.

—No me vengas con eso, seguro tienes novia y no me quieres decir.

—No tengo, Stu. Hace mucho no tengo novia.

—Significa que hace mucho que no follas —pasó el brazo por el respaldo del sillón donde yacían los dos. La ventana dejaba en claro que era de noche y que ya muchos dormían.
Murdoc se había ruborizado un poco. Miró a Stuart.

—No es de tú incumbencia, niño —respondió Murdoc.

—No soy un niño y creo que sí, que me importa —la charla se le hacía algo extraño a Murdoc. No era por el tema, sino con quién hablaba acerca del tema.

—Me voy a acostar —se puso de pie y dispuesto para ir a dormir y fue retenido por el peliazul. El azabache miró a su compañero, que  lo veía de unos ojos diferentes, como dos obsidianas.
El mayor no quería soltarse de él, pero tampoco quería permanecer así.
Entonces, por unos segundos se sintió tan bien, esa sensación que daba gymnopédie no. 1 de Erick Satie.

—No soy gay —dio por finalizado la charla Murdoc. Stuart quedó en silencio. Miró al suelo y escucho los pasos descalzos de su mejor amigo.
No era para mentirse a uno mismo en éstas alturas de su relación amistosa, pero Stuart, Stuart realmente se sentía gay al lado de Murdoc.

gladilo rojo:  expresa la parte erótica del amor.

creo que ésto se está poniendo muy forzado :c.

creo que ésto se está poniendo muy forzado :c.

the flower boy;; 2docDonde viven las historias. Descúbrelo ahora