the flower boy;; 2doc

white camellias and coves.

Recostado desde el marco de la puerta, podía ver recostado con el torso desnudo a un jóven sonriendo muy alegre, con unas mejillas sonrosadas y un libro color rosado en las manos. Llevaba unas medias bucaneras y un short verde, hoy había ido a patinar y estaba un poco cansado, pero alegre. La música que oía era placentera de escuchar.
Los no-ojos negros del peliazul se desviaron y para encontrarse con los ojos de Murdoc, el cual cambió su expresión a una con una leve sonrisa.

—¿Crees en el amor a primera vista? —una de sus preguntas extrañas y divertidas que solía decir Stuart, seguramente la había sacado de aquel libro rosado de letras doradas.
El azabache alzó ambas cejas y agrandó su sonrisa a una muy nerviosa.

—¿Qué si creo en eso? —se preguntó a sí mismo y el peliazul asintió —; no lo sé, es un poco confuso. Sería una atracción sexual en lugar de romántica, ya sabes.

—Oh. Yo sí creo y más si es romántica, sería cómo encontrar a tu alma gemela, se ve muy lindo ¿No? —decía Stuart. Murdoc asintió

—Creo que eso solo sucede en la ficción y que nunca me va a pasar —comentó el mayor. Stuart se levantó de la cama dónde yacía y fue directamente hacia el comedor que estaba al terminar el pasillo que daba en la puerta del dormitorio de ambos.
En el comedor habían puesto un florero de camelias blancas y calas que ese día había comprado Stuart. Comenzó a colocarse las camelias en el cabello, resaltaba mucho aquellas flores en el cabello azul de Stuart. Luego agarró dos calas y se dirigió hasta Murdoc, lo observó un buen rato, sus ojos se encontraban viéndose en un profundo silencio. Le colocó ambas calas en el cabello.

—Te quedan preciosas —musitó Stuart e inconscientemente besó la frente de Murdoc.

—¡Oh! ¡Perdona! —se disculpó tapándose los labios con una mano.
Murdoc un poco confuso, solo se dedicó a observar un buen rato a su querido amigo.

—¿Qué me quedan preciosas? Seguro que me veo cómo un maricón —rio Murdoc.

—Eso no importa —sonrió Stuart.

Ambos quedaron nuevamente en ese silencio otra vez, pero era agradable. Solo las miradas entre ambos se necesitaban y ninguna palabra. 

Cala: belleza.

Camelia blanca: amor puro.

perdón por mí inactividad jsja, igualmente no se me ocurría un choto xd.

mirá que gays que son pordiosssss si yo fuera la que me lee me estaría re puteando para que se besen d una jajs, igual va a su paso, me estoy acercando xdd.