Último Aliento

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Está pasando nuevamente.

El aire helado cala hasta los huesos, es extraño sentir frío.

La oscuridad es penetrante, no hay luz, ni un solo haz de luz.

El oxígeno no llega a sus pulmones, simplemente se niega a brindarle alivio.

Está pasando nuevamente.

La vida parece estar esfumándose, tan lenta y dolorosamente. Escapa de sus manos.

Es incapaz de moverse, de gritar, de mirar más allá de la infinita penumbra.

Su corazón golpea furioso, duele horriblemente. En cualquier momento va a reventar.

—Loki...

Y su nombre llega como la cura de todo, no está muriendo, pero parece estar pasando una vez más.

—Está bien, respira.

Ahí está, definitivamente no está pasando pero sí está.

—Loki, estoy aquí.

Esa voz, esa voz la reconoce y trae consigo la luz y un rostro amado.

Enfoca lo mejor que puede el par de ojos desiguales. Uno ámbar, otro turquesa.

Siente las lágrimas recorrer su rostro y su mano viaja hasta su cuello.

—O... ¿Otra vez?

No reconoce su propia voz. Raspa, quema en su garganta.

—Sí.

Una simple respuesta acompañada de una noble sonrisa.

—Lo... Lo siento.

No recuerda cómo es que regresó a la vida, no hay nada más que gélida oscuridad. Soledad y dolor.

Pero recuerda su muerte, su mente lo traiciona y lo hace sentirla otra vez.

Ha pasado nuevamente.

La falta de aire, el dolor en el cuello, la terrible agonía, la última mirada de su hermano aún con el parche, sus gritos ahogados y desesperados.

La linea delgada entre la vida y la muerte que se quiebra fácilmente. Miedo y un último aferro a la vida.

—No te preocupes, ¿cómo te sientes?

Toma la mano que le ofrece su hermano, su Rey, su amado.

—No... lo sé.

Mira su alrededor mientras se endereza, una sala de juntas. Esta vez hubo público observando su colapso.

—¿Loki?

Se recarga en el pecho de su amado y a través de un ventanal puede ver a un pequeño grupo de personas, los amigos de su hermano. Lo que quedó de ellos.

Aspira el aroma de su amante, su respiración aún acelerada empieza a reconocerlo como un calmante.

—¿Qué ha pasado?

Lo rodea con los brazos, no le importa que lo estén mirando.

—Ha... sido su nombre.

Escucha la duda en la respuesta y siente que lo arrastran nuevamente hacia su muerte.

—Thor...

Jadea en el cuello que volvió su refugio, no quiere perderse. No dos veces en un día.

—Respira. Loki, te prometo que encontraré la forma de devolverte la paz que mereces, así que por favor, respira.

Loki se aferra a las palabras de Thor con la esperanza de olvidar los recuerdos que lo hacen sucumbir.

Pero sabe que es mentira porque ha pasado nuevamente, está pasando nuevamente y volverá a pasar.

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