eiðr

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—Lo siento.

Una frase a la nada. Dirigida a las infinitas galaxias tras el ventanal.

—Madre, lo siento.

Una lágrima de una mirada herida. Empañando la magnífica vista.

—Padre, lo siento.

Un alma rota. Arrodillándose frente al resplandor del infinito.

—No cumplí con mi promesa, no pude protegerlo.

Un suspiro. Perdiéndose en palabras que intentan cubrirse con valentía.

—Loki, mi amado hermano. Suplico que tomes tu lugar en los salones del Valhalla. Donde los valientes vivirán por siempre. No hay lágrima sino alegría para los que sucumbieron en muerte gloriosa.

Una fuerte esperanza. Brillando con furia en la mirada del último Dios Asgardiano, poniéndose de pie frente al universo entero.

—Se los juro, te lo juro. Te traeré de vuelta.

Una nueva misión. Para recuperar todo, para regresar la vida entera a la normalidad. Para volver a amar.

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