Fragmentos

Ceder

—Sabes.

Thor está en la cabina, se detuvieron en un desolado paraje para suministrarse. No hay nada que hacer pero él está sentado en su "trono", alerta como siempre.

—Es un lugar ¿Ah...? No hay mucho aquí pero si hay sitios para distraerse.
—Gracias, no lo necesito.
—¿En serio? Yo creo que sí.

Una mano se posa en su hombro, se queja con el suave toque.

Hay un dolor invadiendo su espalda, no son los golpes de la batalla, es la carga de los escombros de un reino.

—Oh, entonces déjame hacer algo por ti.

Las manos de su hermano ya no son como antes, lo siente cuando ambas caen en sus hombros; el tiempo las volvió desconfiadas pero aún hay gentileza en ellas, la percibe en los suaves círculos que hacen sobre su espalda, en la profundidad con la que sus dedos deshacen la tensión.

—No tienes que soportarlo solo.
—Loki...
—Puedo eliminar tus malestares, déjame hacerlo.

El alivio se desliza de sus hombros a su cuello, se entierra lentamente en los músculos magullados.

—Esta bien.

Thor no está solo y lo sabe, tiene en quien apoyarse, con quien compartir su dolor. Tomará todo lo que Loki le ofrezca porque es lo que necesita, lo que quiere.