El castaño se estaba vistiendo en frente suyo sin vergüenza alguna... Igual que hace ocho años, parecía que ese castaño nunca cambiaría y eso hacía que lo ame más.
- ¿no piensas vestirte? Son las diez de la mañana -preguntó el castaño viéndole fijamente, haciendo que el rubio agachó la cabeza todo sonrojado.
El castaño al no escuchar una respuesta se acercó al rubio dándole un delicado beso siendo correspondido al instante, sintiendo como el ambiente se calentaba a los segundos.
Abrazo su nuca sin separarse del beso, volviendo poco a poco la posición con la cual había despertado sacando de su sistema unos cuantos suspiros de satisfacción cuando el castaño besaba y lamia su cuello, como si quisiera marcar territorios.
Gimio, tan fuerte... cuando el otro le mordió uno de sus pezones. Su cuerpo estaba tan sensible quizás por la abstinencia que tuvo durante todos esos ocho años y también, por el muy pronto orgasmo.
Pero antes que sintiera el glorioso orgasmo, sonó un repentino sonido. Despertando por completo y que el castaño se separe y conteste el teléfono.
El castaño se paró para salir del cuarto entrando al baño, para contestar esa insistente llamada.
Dejando al rubio con una erección y confusión por la repentina escena.
- mantequilla!! el tipo sabe como excitarme -grito Butters.
Cambiando al instante se había dado cuenta que... quería volver a follar con Eric. Asi que lo invitó a tomar un café en la cafetería.
Claro, primero hay que tomar un cafecito para conocerse mejor.
Durante el camino a la cafetería, nadie habló, pero se sentían cómodos con la presencia del otro. Como cuando eran niños, unos hermosos recuerdos a pesar de ser el rubio víctima de todos los crueles juegos de Eric.
- oye Eric como andas con Heidi? -dijo el rubio tratando de dar un tema de conversación.
La pregunta hizo que el ambiente se incomode, haciendo que el rubio se maldice así mismo por ser tan idiota.
- termine con ella hace mucho... creo que hace... cinco años -
- pe-pe-pero por que? ELLA TE QUIERE -
- me aburrí de ella -
El rubio sólo fruncido el ceño mordiendo sus labios, parecía que el castaño no dejaba de usar a las personas. Sintiéndose mal a si mismo.
Caminaron en silencio, pero ahora el ambiente era tenso e incómodo.
Odiaba a Eric con toda su alma.
- ASI LOS QUERIA AGARRAR PUERCOS -grito un rubio cuando ambos chicos habían aparecido en la puerta de la cafetería, que por ahora todavía seguía cerrada.
Como entraron? Nadie lo sabe.
- Pu-puedo explicarlo Tweek -trato de decir Butters al notar como de su amigo empezaba a enojarse bien feo.
- Con una MIERDA LEOPOLD STOCH AHORITA MISMO TE VAS A TU CUARTO JOVENCITO -
- pe-pero ...SOY MAYOR QUE TÚ -escuso Stoch.
- NADA DE QUEJAS JOVENCITO A TU CUARTO >:v -
No dejaba hablar a Butters, haciendo que este se enoje también, caminando ruidosamente noto a su pequeño hijo y Creek que veían toda la escena con miedo (bueno sólo Theo).
- Mami por que tío Tweek te está gritando? -tembló el castañito abrazando de las piernas a su madre, la cual sólo acarició los cabellos de su hijo.
- Porque el tío Tweek está celoso -
- QUE!? -
- SÍ, LO QUE ESCUCHASTE TWEAK POR QUE AL MENOS YO HE FOLLADO -
- YA VALISTE VERGA BUTTERS -grito Tweek trasladándose encima de Butters, teniendo ambos una pelea de gatas.
Un Eric de fondo que sólo se reía silenciosamente de la escena.
Y los padres Tweak que sólo veían resignado, su hijo había cambiado mucho.
Y por último un inocente Theo que sólo estaba dudoso por las palabras de su madre.
Pero al menos tenía a su gran amor platónico, para quitarle esas dudas.
- mmmmm Creek -
- Dime -
- Que es follar? -
Esa pregunta lo había tomado desprevenido, sonrojandose al instante por como responder esa pregunta. Mordiendo su labio, respiro hondo y desviando la mirada dijo una audible respuesta, que le causaría problemas.
- Lo-lo que tú-tú me harás cuando seamos ma-mayores -
Dijo y después escuchando de parte de su madre un:
- DIABLOS SEÑORITO -
- MAMÁ -grito sonrojado.