Desde en el momento que abrió los ojos, siempre se sintió sólo. No importa cuán dichoso era en el momento que nació. Él siempre estuvo sólo.
Pero lo que más odiaba de si mismo era ser idéntico a su padre, su viva imagen de ese tipo que deseo que nunca existiera.
- Creek no te mueras... No me dejes... Te quiero -lloraba el pequeño castaño rellenito mirando a un Creek tumbado en el suelo de ese parque lleno de nieve.
- Theo... solamente me caí del columpio... idiota, como si me moriría haci de fácil -dijo Creek mientras se levantaba adolorido lentamente.
Y volvió a mirar a Theo, él era unas de sus motivos para vivir... para no decaer.
Lo quería aunque no lo dijese, aunque no lo demostraba con afecto solamente le decía lo que sentía con su silencio. Así era su forma de amar.
- deja de llorar, vamos a casa mi madre nos dará treinta dólares -dijo el pelinegro al sollosante gordito.
- porque? -
- mi madre cree que somos gays -dijo Creek al recordar al loco de Tweek.
Al decir eso el castañito sólo se sonrojo fuertemente y sólo se atinó a gemir internamente. Agarró la mano de Creek y caminaron así hasta la casa.
UuU
Los Tweak's y Stoch estaban arreglando la casa para la víspera de Navidad y año nuevo, mientras escuchaban rock navideño con el dinosaurio de Internet. De repente al escuchar el sonido del timbre del hogar, pensando que eran los niños, Tweek decidió abrir la puerta.
Encontrándose con...
Craig.
- hijo de perra que carajos estás haciendo aquí? -preguntó con enojo el rubio, mientras trataba de calmarse.
No quería otro problema con la policía.
- Hola también Tweek -respondió el pelinegro sin importancia y mostrándole el dedo del medio- necesito hablar contigo sobre... nuestro hijo -susurro lo último, pero de repente sintió un ardor en la mejilla, Tweek le dio una cachetada.
- eso no te costará gratis, mi Craig -dijo con un brillo en particular en sus ojos y una sonrisa picarona. Agarrándose de la cintura, mostrando sus curvas. Estaba como ofreciendose haciéndo que el pelinegro se sonroje y malinterprete la situación.
Primero el rubio lo había golpeado y después de segundos lo estaba coqueteando. Ósea what?. Quien entendía a los ukes.
- que carajos te pasa Tweek -preguntó el pelinegro avergonzado.
-no preguntes sólo gozalo -respondió el rubio mientras se acercaba más y más al pelinegro, intimidandolo.
Por suerte de Craig, apareció alguien más a salvarlo.
- oh Buenos días, Craig. Quieres entrar? -preguntó otro rubio, Butters, al ver que Tweek no permitía que el pelinegro no entre al hogar.
Craig entró rápido a la casa mientras que escuchaba como Tweek se reía por su actitud.
- JAJAJAJAJAJA Creek actúa igual que tú con el pequeño Theo Jajajajajaja -se mataba de la risa el rubio mientras empezaba a redactar cosas que igualaban a Creek y Craig.
Eran igual, como palo y astia.