Capítulo 21

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POV LAUREN


Después de la tormenta viene la calma... Aunque todavía haya fuertes vientos de vez en cuando. Las dos se odiaban tan explícitamente que era difícil mantener la tranquilidad por mucho tiempo. Lucia finalmente había vuelto, mi mejor amiga casi hermana, y por tener ese puesto tan importante en mi vida quería pasar más tiempo conmigo. No podía engañarme diciendo que no lo quería, extrañaba a mi antigua compañera. Sin embargo, tenía a Camila, celosa, posesiva y el amor de mi vida. La quería tanto que si pasaba demasiado tiempo con Lucy sin hablar con ella me sentía incómoda.

Pasamos semanas en un ambiente bastante tenso, hasta que aprendí que no debería de ninguna manera mencionar el nombre de la otra cuando estaba con una de ellas. Era nuestro aniversario de tres meses y quería hacer algo, aunque no sabía exactamente qué hacer. Estaba más cansada de lo habitual, después de todo, estudiaba, trabajaba y prestaba algo de atención a mis amigos, mientras trataba de evitar la tercera guerra mundial.

- Todavía no sé por qué vine a ayudarte a comprar algo para esa odiosa chica. – Lucy se quejó a mi lado.

Estábamos en el centro comercial para elegir un regalo, necesitaba ayuda femenina y por mucho que Matías fuera gay, él no era afeminado. Me quedaba sólo Lucy, quien después de todo, sabía que me ayudaría aunque pasará el mayor parte del tiempo quejándose.

- Tal vez te dé un collar para perros de verdad, ya que el invisible ya lo llevas sin darte cuenta. - me provocó con cierto veneno en sus palabras.

- Lucy, basta. - gruñí cansada. - Sé que te quejarás, pero deja de criticar mi relacionamiento. Eres mi amiga, deberías estar contenta, ¿no crees?

- Eso no es felicidad, eras una chica tan libre en el pasado, nadie te domaba y no tenías que darle satisfacción a nadie. - me lo recordó Lucy con una sonrisa nostálgica. - ¿Me dirás que ya lo olvidaste?

- No, no lo olvidé. - respondí y respiré hondo. - Pero las cosas cambian Lucy, yo cambié. Estoy en un relacionamiento serio y me gusta por primera vez en mi vida, no quiero estropearlo. Y el compromiso significa algunas cosas, algunas responsabilidades y sobre todo respeto.

- Eso me suena a prisión. – Lucy resopló, entrando en una tienda de multimedia.

- ¿Alguna vez amaste a alguien Lucy? - le pregunté mientras la seguía.

- Por supuesto que ya me enamoré.

- No, estoy hablando de amor. El verdadero amor. De esos que duermes pensando en alguien simplemente para despertarte con el mismo pensamiento. Ver a tu amor sonriendo y el mundo parece detenerse sólo por eso. Querer proteger y hacerla feliz. Esas cosas. ¿Alguna vez lo has sentido?

Ella se quedó quieta y pensativa. Abrí una enorme sonrisa, ella nunca amó. Por eso era tan difícil aceptar que yo, una verdadera conquistadora, había sido finalmente conquistada. Al ver mi sonrisa, ella gruñó y fingió ver algunos CDs de rock. Me reí bajito y me distraje un poco con las estanterías hasta que vi en un aparador que vendía reproductores como mp3s y derivados. Una idea se me cruzó por la mente de un chasquido, ¡ya sabía exactamente qué hacer!. Compré un mp4 rosa con corazones, no podía permitirme algo como un iPhone, eso porque Camila ya tenía uno. No, lo que importaría sería el contenido y no el dispositivo en sí.

- ¿Vamos a comer algo? – la llamé contenta por la idea que tuve.

- Claro, me muero de hambre. - Lucy concordó rápidamente.

Era viernes, tenía una clase libre y me escapé de Camila para poder comprar su regalo. Pero ella también saldría con sus amigos populares, lo que no esperaba era que de todos los centros comerciales de la ciudad ella estuviera justamente en éste, en el patio de comidas entre chicos con chaqueta del equipo, algunas porristas y otras chicas guapas . Dinah estaba a su lado, también sonriendo y bromeando. Por un momento me di cuenta de lo cuánto ese ambiente era suyo. Una verdadera hija de papi en un círculo social cerrado y de alto nivel. Y como un imán que siempre busca su polo opuesto, sus ojos encontraron los míos, sus labios pintados de rojo se abrieron en una sonrisa... Que murió rápidamente al ver que estaba acompañada de Lucy.

- Si ella no estuviera acompañada. diría que te está persiguiendo. - Lucy me provocó riéndose. - Ven, comamos, no te matará. Hay muchos testigos aquí.

Fuimos al McDonald's, enfrentando esa inmensa cola. Pero mis ojos estaban siempre puestos hacia su mesa. Camila se veía hermosa con un vestido rojo y una chaqueta encima. ¿Y yo? Estaba como siempre, unos pantalones cortos, una blusa holgada con el slogan de los Guns y unas zapatillas. Éramos un contraste una de la otra en todos los sentidos posibles e imaginables. No pude soportarlo más cuando toqué el brazo de Lucy para llamar su atención.

- Cómprame cualquier cosa, voy al baño. - dije como excusa.

No esperé su respuesta, salí de la fila ya sacando el celular de mi bolsillo para enviarle un mensaje a Camila: "encuéntrame en el bañero del piso inferior". No esperé a ver su reacción, sólo bajé las escaleras rápidamente para no tener que esperar el ascensor y me fui al baño. Había una chica terminando de lavarse las manos, así que fingí arreglarme el pelo para disimular la falta de qué hacer. Cuando la chica estaba saliendo, Camila estaba entraba en el lugar. Abrí una sonrisa y la vi hesitar en la entrada.

- ¿Por qué no me dijiste que estarías con esa ragazza? - Camila preguntó cruzándose de brazos.

Puse los ojos en blanco y me acerqué lo suficiente como para tirar de ella de la cintura y pegar mi cuerpo al suyo. Camila no luchó contra, pero tembló cuando olí y le mordí el cuello lentamente.

- Estás tan hermosa que me es difícil resistir. - murmuré con la voz ronca de deseo. - Sólo con mirarte me dejaste mojada.

Simplemente CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora