Capítulo 08

7.4K 434 46
                                    

POV CAMILA

Simplemente no pude soportar ver que fuera humillada así por seres tan inferiores a su madurez. Ellos no sabían nada de esa chica y la molestaban como si fueran superiores y dueños del lugar. ¡Y pensar que por un buen tiempo yo formaba parte de ese grupo! La había evitado, no quería aceptar los hechos que se me ocurrían. Me había quedado con la chica más codiciada por otras chicas. Y lo había disfrutado más que cualquier otro romance mío con un hombre.

Pero ahora no había vuelta atrás. No podía dejarla, no cuando ella se preocupada tanto por su futuro y su hermano y se olvidaba de sí misma. Era como una necesidad que sobreponía a cualquier otra. No sabía explicarlo, pero tampoco sabía cómo evitarlo. Así que decidí dejar que las cosas siguieran su curso. Más que eso, esa noche quería impresionarla. ¿Había estado con más chicas que los chicos del baloncesto? ¡Veré cómo reacciona ante una chica como yo!

- ¡Dinah, vamos al centro comercial! - dije a la hora de la salida. - Quiero prepararme para Fuego.

- Pero Lauren dijo que era algo simple. - Se sorprendió mi amiga arrancando el coche.

- No me estoy preparando para el lugar. - respondí distraída.

- ¿Qué? Mila, estás muy rara, ¿qué pasó? ¿Ella te mordió?

Me mordió, me mordió los labios tan deliciosamente que dejaría que me mordiera entera, sólo para sentir esas sensaciones por todo mi cuerpo. Pero no podía responder eso, sólo de imaginar sabía que mi cara se había calentado.

- ¿¡Ella te mordió!? - Dinah casi gritó al verme ruborizada.

- ¡Cierra la boca! - me quejé, mirando a los costados. Esperé que el coche saliera del instituto para, finalmente, respirar profundamente. – El miércoles, después de que se fueran a dormir, nos quedamos hablando y... Io besé la ragazza, es decir, ella me besó y le correspondí.

-¿QUÉ? ¡Dios mio!

Primero Dinah se rió a carcajadas. Probablemente de mí, una heterosexual, ligarse a una chica, que por casualidad era lesbiana. Luego, empezó a preguntarme cosas, me pidió detalles y se los di, dándome cuenta de que ya estaba a camino del centro comercial. Se me puso la piel de gallina al tratar de explicar cómo era el beso de Lauren. Era cierto lo que decían, su beso era tan bueno que podía hacerse adictivo.

- Así que... ¿Ahora la quieres? – Dinah lo dedujo.

- Io no sé, de verdad, no sé nada. - respondí dudosa. - Pero quiero dejar que suceda. Si no lo es, no lo será, ¿entiendes?

- Por supuesto que sí, tienes que aprovecharlo y no arrepentirte de lo que no hiciste, amiga.

En el centro comercial llamé a mi madre y le dije que dormiría en la casa de Dinah. No le diría que iríamos a un bar, ciertas cosas los padres no deberían saber, ¿no?. Las compras empezaron por la ropa. Pasamos por unas cinco tiendas, probándolos, jugando y a veces bailando sólo por diversión. Una vez elegida la ropa, el siguiente paso fue los zapatos y luego un salón de belleza. No cambié casi nada en mi pelo, pero resalté el corte y recorté el flequillo. Me hice la manicura y me hidraté el rostro, y por último vimos una película, antes de irnos en la casa de Dinah a prepararnos.

Me había comprado un atuendo para la noche, como estaba previsto. Era un vestido negro, no muy corto, pero con un escote que destacaba mis pechos un poco grandes, pero bien formados. Todos el mundo pensaba que eran artificiales, pero eso ya no me molestaba. Para completar, un bolero de lana para el frío de la noche. El maquillaje era perfecto, sombras oscuras, pero discretas, lápices, labial y accesorios dorados. Llevaba una bota de caño corto, pero con el tacón más alto y fino.

Simplemente CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora