Con el pulso acelerado y las mejillas teñidas de rojo, escuchaba atentamente a el encargado del comercial. Comentaba algunas reglas que se debían llevar a cabo. Sacó unos planos, y mostró como estaba distribuido el lugar, al parecer todo se realizaría en el centro de un restaurante Italiano.
Me agradó la idea de que se realizara ahí, ya que he ido a comer varias veces y sinceramente tiene el sabor de Italia, mi país.Viví ahí durante toda mi infancia desde que tengo memoria. Decidí mudarme a la edad de veintiún años, no era porque no me agradara Italia, al contrario, amaba demasiado a mi país, pero me hacía falta cambiar de aires. No fue fácil la despedida de mis padres y la de mis amigos más cercanos, de igual manera, Becca y yo nos mudamos con la esperanza de una vida más próspera. No pasaron ni seis meses cuando Becca decidió marcharse a New York y dejarme sola en Seattle.
Estaba emocionada por saber que el comercial sería realizado en este restaurante.
Él encargado seguía explicando nuestros puestos. Recalcaba que seríamos "extras" para que el comercial no se viera vacío, no era lo que estaba esperando, sin embargo no me desagrado esa idea, ya que a fin de cuentas había una paga.
El encargado levantó la vista de los planos y fulminó con la mirada a todos los que estaban en el lugar.—Justo aquí arriba —Hizo una pausa y con su dedo índice señalando en los planos una lámpara que se encontraba por encima de la mesa de los protagonistas. Era enorme—. Esta lámpara es extra, no funciona sin que esté conectada a la electricidad. Por lo que el cable estará colgando para llegar a un enchufe. Hay que tener muchísimo cuidado con este, ya que si tiramos o lo llegamos a halar, la lámpara podría caer y ocasionar accidentes graves, ya que en este punto se encuentra Zack y Kenya. Los protagonistas.
Todos asintieron, incluyéndome. Al parecer lo único que teníamos que hacer era comer y platicar con los que estuvieran en nuestra mesa. El comercial era sobre la promoción de una nueva botella de alcohol, Whisky para ser exactos. Parecía relativamente fácil, no se tenía que hacer nada del otro mundo y lo mejor de todo es que se ganaría dinero. Era un trabajo para un día y me estremecí porque no sabía que otra cosa podía conseguir para seguir adelante. En mi mente vagaba la idea de correr a la editorial donde anteriormente trabajaba y pedir una segunda oportunidad, sin embargo pensándolo bien, sería en vano.
El encargado terminó de explicar las reglas y dijo que mañana se llevaría acabo la grabación del comercial. Fijó una hora y nos entrego la dirección del local donde se hallaba el restaurante.
Sin pensarlo me encontraba mirando nuevamente a Zack. Estaba garabateando algo en un papel, quizá la dirección. Era un chico bastante atractivo como para tener esa personalidad arrogante. Solté un bufido y me levante de la silla, al igual que los demás.—Gracias a todos por venir y querer participar —Dijo el gerente—. A lo que concierne su paga, mañana mismo se hará un depósito en cuanto finalice la grabación del comercial.
Todo el mundo le dedicó una sonrisa, y fueron saliendo. Sentí en mi espalda que él me miraba, pero hice caso omiso y seguí mi trayecto.
Caminé por el vestíbulo hasta la salida. Busqué con la mirada a mi escarabajo, y al verlo me dirigí a el. Al llegar subí y me puse en marcha hacía mi apartamento, en cuanto llegase le marcaría a Becca para contarle todo lo que me ha pasado y ponernos al día.••••
Al llegar marqué en mi móvil el número de Becca, al descolgar de la llamada me avisó que llegará aproximadamente en la noche.
Me encaminé a mi habitación para cambiarme de ropa por algo más cómodo. De entre mi armario elegí unos vaqueros desteñidos desajustados y una polo negra. Por último me puse zapatillas deportivas.Salí de la habitación. Ya en la sala de estar, recogí un libro de mi gran estante y me acomodé con el en mi mecedora. Comencé a leer y me adentré en los personajes perdiendo la noción del tiempo.
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Filo Rosso
Ficção AdolescenteZack Andersson sinónimo de arrogancia. Krysten Ainsworth sinónimo de desgracia. Dos mundos completamente diferentes que se entrelazan trayendo consigo que la desgracia sea atrayente de la arrogancia. La vida de Krysten parece huracán y tormentas cua...