Después de toda aquella discusión pude observar como Nathaniel y Zack hablaban de forma animada. Costaba creer que Nathaniel hace unos momentos hablaba mal del chico de ojos grises. Y no solo en una ocasión ya eran varias donde solo lo trataba como una mala persona, pero frente a Zack era completamente diferente como si tuviera una máscara y eso la perturbaba un poco.
Por primera vez pude observar una sonrisa sincera por parte de Zack, le alegraba mucho poder compartir conversación con uno de sus mejores amigos. Una oleada de bondad sacudió mi corazón, se miraba tierno riendo con Nathaniel.
Y yo estaba ahí, solo escuchando sus pláticas y tratando de no perderme en las divinas facciones de Zack Andersson y de su fabuloso atractivo que impactaba a toda mujer.
Los ojos castaños de Nathaniel me miraron, y yo desvíe la mirada de Zack para mirarlo a él, levantó una ceja desconcertado para luego esbozar una sonrisa. Le devolví el gesto con la misma bondad.—Por cierto Krysten —Pronunciaron los labios de Zack en un tono autoritario—. Necesito que vayas a la agencia publicitaria a llevar mi incapacidad. La verdad que no me hubiese gustado mandarte pero las cosas son así. No te voy a mentir, las personas te ubican, y seguro comenzarán a mirarte con desaprobación y crueldad. Solo te estoy advirtiendo, para que no te aflijas.
Sentí una punzada de angustia, la verdad no me apetecía en lo más mínimo volver a poner pie en aquella agencia donde se encontraba el gerente del comercial y Kenya, que con anterioridad me miraron de lo más despreciable. Sentía que no soportaría todo aquel dramatismo con el que la gente me trataba.
Bastante tenía con soportar los malos tratos de el señorito arrogante.—Yo puedo llevarte y acompañarte si es necesario —Dijo Nathaniel con tono amable dirigiendo su mirada hacia mi.
Zack lo miró mal de principio, pero después cambió su semblante a una sonrisa postiza que transmitía mucha ironía.
—Claro, sería buena idea. Además Nathaniel conoce mejor que nadie aquella agencia publicitaria, ¿No es así? —Hablaba con sarcasmo.
—Tienes razón, la conozco muy bien y así Krysten no se perdería —Le contestó a Zack para después girarse hacia mí y colocar su mano en mi hombro—. No dejaré que ninguna persona te diga algo malo, lo prometo. Yo la cuido, no tienes de que preocuparte —Se dirigió a Zack.
Sus palabras fueron melodiosas, quitaron toda angustia que se había postrado en mis hombros. Me sentí reconfortada y con una seguridad al máximo. Nathaniel me hacía sentir protegida, segura, y sobre todo me hacía sentir importante. Me agradaba la sensación.
—Bueno... —Interrumpió Zack aquellas miradas tontas que teníamos Nathaniel y yo—. Si ya desayunaste creo que deberías ir yendo ahora mismo. No quiero que tardes mucho, necesito tratar algunas cosas contigo cuando vuelvas. Pero eso te lo explico más adelante, aún no hay prisas pero es bueno que te vayas enterando —Dijo Zack con su mismo tono cortante.
Asentí con la cabeza. Seguía un poco malhumorada por lo que había sucedido esta mañana. No quería dirigirle directamente la palabra.
Me inundó una ola de curiosidad, ¿Que era eso que quería tratar conmigo?, me había dejado con una sed de curiosidad que necesitaba ser saciada.—Bueno, te veo después colega. Traeré a Krysten a casa —Dijo Nathaniel dándole una palmadita en el hombro—. Regresaremos lo antes posible.
Zack levantó una ceja, estaba esperando que me despidiera. Entorné los ojos para después añadir:
—Hasta luego Zack.
Cuando salimos de la cocina recapacite de que lo había llamado por su nombre, creo que eso le molestaba. Él y yo no compartíamos los mismos lazos amistosos que él y Nathaniel. Por lo tanto yo no tenía ningún derecho a aplicar un tuteo entre ambos. Aunque parecía que éramos casi de la misma edad.
Salimos directo en el automóvil de Nathaniel. Tenía los vidrios polarizados y me causaba un nerviosismo enorme. Ya con anterioridad había subido a su automóvil y él me había dicho que era encantadora, no sabía cómo tomarme ese cumplido viniendo de un hombre muy atractivo como Nath.
Estábamos en silencio y lo único que se escuchaba era el motor del coche y las llantas andando por el asfalto.
Siguió su curso en silencio hasta que llegamos a la agencia publicitaria. Al parecer había mucha gente ya que el aparcamiento estaba repleto de coches lujosos. Nath aparcó a unos metros retirado de la entrada principal. Después sonrió y bajó rápidamente para abrirme la puerta. Creía que eso solo pasaba en las películas, sin embargo me pareció un gesto muy amable y adorable de su parte. Quedaban pocos chicos con alto índice de caballerosidad.Caminamos hasta la entrada, ya con ello podía percibir miradas de desagrado por parte de las personas que nos encontrábamos en el camino, parecía que no tenían nada mejor que hacer que examinarme de arriba a abajo y murmurar cosas inaudibles que seguramente no eran nada agradables. Nathaniel trató de tranquilizarme dándome un apretón de manos, quizá sentía toda la tensión que se acumulaba en mis hombros.
Al llegar a la entrada principal, Nathaniel comenzó a saludar a una que otra persona. Había algunas chicas que se les salían los ojos cuando Nath les sonreía. Luego su mirada me inspeccionaba con asco, quizá malinterpretaban las cosas.
Nataly la "novia" de Zack se encontraba charlando animadamente con un chico rubio de cabello rizado. Al parecer se la llevaban muy bien. Los ojos de la chica miraron en dirección hacia nosotros. Levantó una ceja confundida y comenzó a avanzar hacia nosotros con el chico de cabello rizado a su lado. Tenía en su rostro dibujada una sonrisa malévola y a su vez postiza.
Se me heló la sangre al verla venir.—Hola Nathaniel —Se dirigió al chico, dándole un beso en la mejilla.
El chico de cabello rizado estrecho su mano con Nathaniel. Después se acercó para besar mi mejilla. Le devolví el gesto torpemente.
—Hola enfermera de Zack —No se inmutó si quiera a saludarme con un beso—. ¿Que los trae por acá?
—Venimos a traer la incapacidad de Zack. Conocí a Krysten en la mansión y decidí traerla para que no viniese sola. Cómo no conoce... —Se adelantó a decir Nathaniel un tanto nervioso.
—Uhm, entonces ¿por qué en el vídeo del accidente aparece esta chica? Quizá se parezca pero hay gente que asegura que Krysten —Hizo una ligera pausa y me miró de arriba abajo—. Es la culpable del accidente de Zack, ¿Por qué mentiste?
Sentí el corazón desbocado y un sudor recorrer mi espalda.
—Y-Yo...
No podía pronunciar palabra, no duró mucho mi teatro.
ESTÁS LEYENDO
Filo Rosso
Teen FictionZack Andersson sinónimo de arrogancia. Krysten Ainsworth sinónimo de desgracia. Dos mundos completamente diferentes que se entrelazan trayendo consigo que la desgracia sea atrayente de la arrogancia. La vida de Krysten parece huracán y tormentas cua...