La toga le estaba resultado más molesta de lo que había imaginado en un principio. El birrete tampoco le gustaba, le picaba en demasía su cabello, lo único que quería era poder quitárselo lo más pronto posible.
Todo ello unido al gran nerviosismo que se había apoderado de su cuerpo al recibir la información que le había sido prometida hacía una semana, no le ayudaba a mejorar nada, lo cierto, es que ni siquiera estaba prestando atención al discurso que estaba dando el jefe del Consejo Estudiantil.
—¿Qué demonios te sucede? —Masculló entre dientes Owen—. ¿Acaso tienes gusanos en el culo?
—Eso no estaría tan mal, auch —dijo al recibir el puñetazo que le lanzó Rox en el hombro.
—Quieren guardar silencio, el Jefe del Consejo está hablando —susurró por lo bajo. Jason levanto las manos en señal de rendición, algo que terminó provocando una sonrisa cómplice en la rubia.
Volvió su mirada hacía el suelo. Comenzó a juguetear con sus manos. Se le había prohibido estrictamente el hablar con alguien sobre su misión, aquello había resultado ser lo más agobiante, ya que no podía decírselo a su hermana ni tampoco a sus amigos, además de eso, tenía que fingir que no estaba sucediendo nada extraño.
‹‹Lo estás haciendo de maravilla, capullo››, le susurró una vocecita en el interior. Se mordió la lengua molesto y levanto la mirada hacía el estrado que se levantaba por encima de los demás alumnos.
La gran mayoría de estudiantes ya se habían marchado a sus vacaciones de verano, los de tercer grado de bachillerato y secundaria se habían tenido que quedar dos semanas más para entregarles sus documentos y reconocimientos. Debido a que eran más jóvenes, los primeros en recibir todo fueron los de secundaria, quienes se habían marchado en la madrugada de aquel domingo. Por desgracia, ellos se habían tenido que quedar aún más.
Los documentos fueron entregados en persona por el Consejo Estudiantil, un papel que demostraba que habías cursado el instituto y una carta de recomendación para cualquier universidad a la que decidieras presentarte. Una vez entregados todos los documentos, solo quedaba la graduación. Habían dispuesto la Calle Principal con hileras de sillas para los alumnos, un poco al fondo, se había levantado un escenario, donde los profesores les dirigieron inspiradores discursos, algunos lloraron ya que despedían alumnos que conocían desde primaría, se entregaron reconocimientos a las mejores calificaciones, Rox obtuvo uno en Historia Universal, mientras que Jason tuvo uno en Lengua.
—Ha sido todo un honor el haberos tenido con nosotros, el haberos podido proporcionar esa ayuda que tanto necesitaban —exclamó por lo alto el jefe del Consejo Estudiantil—. Recuerden que les dimos no solo armas físicas, sino también mentales para que lleguen a ser lo que ustedes decidan. No dejen de soñar y jamás pierdan la esperanza.
Aquellas palabras fueron las ultimas haciendo que todos sus compañeros se levantaran y lanzaran al aire sus birretes, Jason hizo lo propio ya que no quería parecer sospechoso, pero el hecho de que no gritara, o sonriera, o por lo menos lanzara el birrete con determinación, ya le hizo ver de por sí raro.
—Jamás creí que me graduaría —aceptó Owen mientras regresaban al Santuario de Aprendizaje, por la noche, todos los estudiantes restantes se marcharían a sus nuevas aventuras.
—Esto ha sido increíble —agregó Rox con una gran sonrisa. Al entrar al Santuario, volvieron a despedirse, se dieron un caluroso abrazo y cada uno se dirigió a su habitación.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Jason al ver que su hermana le esperaba afuera de su habitación.
—Alguien ha venido a visitarte —respondió su hermana al tiempo que abría la puerta, dentro, le esperaban sus padres.
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El Nombre del Héroe (Crónicas de un Inesperado Héroe IV)
Ciencia FicciónCrónicas de un Inesperado Héroe, se conforma de seis volúmenes: "Tormenta de Héroes", "Choque de Maestros", "Sueño de Héroes", "El Nombre del Héroe", "El Temor de un Dios" y, "Las Puertas del Destino" Crónicas del Héroe Caído, narra el nacimiento, a...