19. Belleza sangrienta

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Aun sin entender bien del todo lo que estaba sucediendo, abrieron paso dejando pasar a Mell, la cual avanzó con tranquilidad, acciono el pequeño búho abriendo el pasadizo secreto hacía su cuartel, sabiendo que no tenían más opciones, de uno en uno descendieron y siguieron a Mell hasta aquella mesa rectangular. Su líder dejo caer varias carpetas sobre la mesa, tomó una, rodeó la mesa, recorrió la silla y tomo asiento. Abrió la carpeta, levantó la mirada y puso los ojos en blanco, giró su rostro hacía sus compañeros.

—Oh, vamos, algunas ordenes son claras —dijo con exasperación en sus palabras—, cada uno tome una carpeta, siéntense y analicen el caso que se nos ha legado.

Una vez dada la orden, se apresuraron a llegar a las carpetas, Jason tuvo que tomar la última, aunque no le dio la menor importancia, lo que verdaderamente llamó su atención, fue el hecho de que la carpeta tuviera la imagen de los Nocturnos.

Un tanto inconsciente, recorrió una de las sillas y cogió asiento, abrió la carpeta y observó su contenido. En la parte superior aparecía una vez más el símbolo del búho, un poco debajo rezaba el título: ‹‹Belleza Sangrienta››. Frunció el ceño ante semejante nombre, aun así continuo analizando el documento, un poco más abajo aparecía: ‹‹Estado del caso: Archivado y cerrado››.

En la parte inferior parecía describirse un pequeño resumen, en el cual se podía leer: ‹‹Desde hace tres años se han reportado la desaparición de por lo menos veinte mujeres, aunque se tiene la expectativa de que el numero puede ascender a más de cincuenta personas. Debido a la poca información que los departamentos de justicia han lograda conseguir, es que se decidió cerrar el caso. La desaparición más resiente ocurrió el veinte de marzo del presente año››.

Jason pasó a la siguiente hoja, donde lo primero que observó fue la fotografía de una muchacha ciertamente atractiva, no debería sobrepasara los diecinueve años, abajo se revelaba su nombre, además de una breve explicación sobre su desaparición, se la atribuía a que era el primer caso del que se tuvo un registro oficial.

Las siguientes paginas eran similares, más fotografías de las mujeres desaparecidas, donde se daba un breve resumen sobre la investigación y el cierre de la misma.

—Y bien —exclamó Mell, acabando con aquel denso silencio que se había instalado en el lugar—. ¿Encontraron alguna similitud entre las desaparecidas?

—Aparte de que todas son mujeres —ironizó Khalid, aunque no se atrevió a bajar su carpeta y observar fijamente a Mell, algo que le causó cierta gracia a Jason.

—No solo es el hecho de que sean mujeres, sino que son atractivas —aclaró Rox pasando rápidamente las hojas, Jason frunció el ceño y se apresuró a revisar los documentos, paso la hoja tras hoja hasta llegar al final, estaba totalmente de acuerdo con Rox, todas las mujeres desaparecidas eran bellas.

—¿Algún dato más? —preguntó Mell con una sonrisa de satisfacción.

—Ninguna desaparición se hizo de manera violenta, cada una de ellas abandono su hogar por decisión propia y jamás volvieron —agregó Owen al tiempo que leía las pequeñas descripciones que aparecían debajo de las fotografías de las mujeres desaparecidas.

—Ambos tienen razón —aceptó Mell poniéndose en pie—, pero eso solo nos ayuda para demostrar que hay algo extraño en estas desapariciones, aunque lo verdaderamente importante, se encuentra en la última víctima y las pruebas que tuvieron los oficiales.

—El computador —murmuró Jason, a él también le había llamado la atención, pero al seguir continuando leyendo, su emoción fue disminuyendo—, está muerto, fue infectado con una clase de virus, ni los mejores hackers consiguieron recuperar la información.

El Nombre del Héroe  (Crónicas de un Inesperado Héroe IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora