Capitulo 9 ~Giant~

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Jin...

Estaba recargado en la pared esperando a que esté par se dignara a salir, cuando vi una sombra a lo lejos, me puse alerta y vi que era nada más ni nada menos que Kim Taehyung.

–¿Qué haces aquí V?- pregunté y lo mire desafiante.

–Escuche que habías metido a un chico a las oficinas y me preocupe, es alguien que nunca he visto ¿Quién es?- preguntó y trate de no ponerme nervioso.

–Vayamos arriba y te lo explicare- asintió y cuando dimos media vuelta un fuerte estruendo se escuchó.

–¿Qué fue eso?- camino rápidamente a la puerta pero le negué el paso.

–Evelia está entrenando, ya sabes cómo se pone si la interrumpimos- dije y me miró mal.

Suspiro y siguió a la salida, me sentí aliviado por un momento. Esperaba que Jungkook no terminará mal y que pudiera hacer algo al respecto.

Cada uno se fue a su oficina, puse en mi computadora las cámaras de seguridad para checar a Kim Taehyung.

Pasaron dos horas y ya me había impacientado, así que tome la decisión de salir a buscarlo, pero cuando puse un pie fuera, ellos dos venían, Jungkook trataba de estar serio pero se le notaba la felicidad a lo lejos.

Le hice una seña que entrara y así lo hizo, Evelia en cambio se fue a su oficina.

Cerré la puerta y Jungkook soltó un gran suspiro, supuse que había salido todo bien.

–Evelia me recuerda, siempre tuvo sueños conmigo, sus recuerdos no se fueron del todo- dijo y sonreí.

–Me alegro de que al menos así puedes estar con ella- dije un poco triste.

–Cuando nos vayamos de aquí, la encontrarás, confío en ello- dijo poniendo su mano en mi hombro.

–La única manera de salir de aquí es muerto o que te lleven al Altiplano, solo así serás libre de aquí- su expresión cambio totalmente.

Una llamada entro al teléfono de mi oficina y conteste, cuando escuché de quién se trataba la piel se me erizo.

–Enseguida voy, estaré allá en menos de un minuto- dije y colgué la llamada.

–¿Esta todo bien?- preguntó Jungkook.

–Aqui nada está bien, escucha, quédate aquí hasta que vuelva, si no llego al anochecer, detrás de ese librero hay un cuarto secreto, escondete allí- asintió al final.

–Suerte Jin, la necesitarás- dijo y asentí.

Camine hacia el ascensor y ahí estaba Evelia, con una expresión seria, parecía preocupada.

–¿También te mando a llamar?- pregunto y yo asentí.

–Es tan extraño que nos llame, casi nunca solicita nuestra presencia- dije un poco confundido.

–Esta enojado, eso es seguro, algo le está saliendo mal y quiere que arreglemos su cagada- dijo sin pelos en la lengua.

–Es tu padre, cómo puedes hablar así de él- dije y ella bufo.

El ascensor llegó hasta el último piso dejándonos ver una hermosa oficina en tonos grises y blancos.

Él estaba parado frente al gran ventanal, su traje impecable y su mirada perdida en la ciudad.

–Mis más grandes soldados, mis más grandes oficiales, estuvieron en la riña, salieron vivos pero mueren muchos de mis hombres y todas esas ratas positivas quedan libres ¿Por qué?- dio media vuelta y fue momento de hacer reverencia.

~S A V A G E~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora