~S A V A G E~

Capitulo 4

《Evelia》

Jin empezó a reír, yo rodé los ojos. Me acerqué a él y empecé a curar sus heridas.

-Vaya, supiste infiltrarte bien, debo reconocer eso- dijo sin más.

-No me he infiltrado, me salvaron la vida- él se soltó riendo.

-No hablas enserió o ¿si?, vamos, matemos a estos positivos y Salgamos de aquí- le puse el algodón lleno de alcohol y él solo gruñó.

Después de eso no dijo nada más, termine de curarlo y me senté enfrente de él.

-Quitame esto- alzó las manos donde estaba atado- prometo no hacer nada-

Suspiro y yo me acerqué, lo desate y él solo se dejó caer en esa misma silla. Lo mire desafiante y él solo negó.

-¿Hay algo bueno que se pueda tomar aquí?- dijo viendo toda la habitación.

Mire a Jin y él solo río, puso sus manos en su cadera.

-Te volviste como ellos ¿verdad?- dijo y yo negué.

-Jin, hemos estado detrás de gente inocente, que solo quiere vivir normal, todo gracias a esas estúpidas reglas- dije y él solo río.

Se abalanzó sobre mi pero logré esquivarlo, saque mi arma y le apunte. Él solo dejó caer sus manos rendidas, baje el arma y él logró quitármela.

-¡Jin reacciona por favor!- dije y él me apunto.

-Siempre supe que eras una traidora, que triste que así sea tu final- lo mire incrédula.

Baje mis manos y me fui acercando poco a poco a él, puse el arma en cabeza y lo mire fijamente.

-Hazlo, maldito idiota- dije y estaba segura que se debatía si hacerlo o no.

-Eres una estúpida, sabes que no lo haría aunque fueras una positiva, tonta, nos van a matar en este lugar- dijo y sabía que lo decía por que se sentía indefenso.

-Estamos a salvo, perro desgraciado- dije y dejó caer el arma.

-¿Mate a la chica verdad?- dijo cerrando los ojos.

Negué y él se sentó de nuevo en la silla, sabía que estaba confundido, puesto que hace horas que no recibía el brillo, empezaba a dudar de ser un negativo, de no tener sentimientos, de empezar a sentir poco a poco.

-Llévame con ella- dijo y me sorprendí.

Lo guíe por los pasillos y en la sala de espera estaba J-Hope, inmediatamente que vio a Jin quiso lanzarse en contra de él pero se contuvo.

Jungkook llegó y me abrazo, sentí una extraña sensación con ese abrazo, era un sentimiento nuevo para mi.

-Creí que también te haría daño a ti- dijo viéndome fijamente.

-Estoy bien, no me hará daño- dije dándole una sonrisa.

Nos pasamos casi toda la noche ahí, Jungkook me había pedido que me fuera a descansar pero me negaba. Había recordado un par de cosas que solo Gisela podía confirmarme.

Jin no decía nada, aveces solo gruñia y otras parecía que quería pegarle a la pared. J-Hope parecía molestarle la sola presencia de Jin.

Hasta que en la mañana salio Yoongi a decir que el peligro había pasado, ahora se recuperaba. Pude respirar y pude irme a descansar un momento.

No dejaría a Jin solo, así que le pedí pedí Jungkook que estuviera con él, que por ningún motivo lo dejara solo.

Por los pasillos me tope a aquella chica del techo, ella me miraba con odio y con desprecio, pero solo pasó por un lado mío sin decir nada.

Me sentía mal por ella, pero en su momento yo no estaba bien, estaba bajo los efectos del brillo. Me perdí entre tantos pasillos que fui a dar hasta un parque abandonado.

Todo lucia oxidado, un escenario perfecto para una película de terror. A lo lejos había una puerta que daba a lo exterior, un inmenso bosque, ruinas de edificios y escombros por todos lados.

Caminaba silenciosamente, el ambiente era tétrico, solo se escuchaban las aves cantar. Era tan tranquilo estar ahí.

Deseaba poder estar así siempre, un mundo donde la paz era todo. Durante el tiempo que estuve entrenando solo tenía un objetivo: exterminar a los positivos.

Sin saber que yo había sido una positiva, sin saber que solo era una niña cuando toda esta pesadilla había empezado.

No sabía nada de mis padres, no sabía si siquiera estaban vivos, no sabía si tenía más familia, si tenía un motivo por el cual seguir.

Había sido entrenada más que a cualquier negativa, aún así recordando todo eso, ya no me atrevía a disparar una arma.

Jin estaba indeciso igual que yo, no sabía que era lo correcto, que era lo que estaba bien o que era lo que estaba mal.

Una lágrima empezó a salir de mi ojo y yo me quedé sorprendida, estaba llorando, limpiaba las lágrimas pero no dejaban de salir.

¿Me había vuelto débil o más fuerte?

Jungkook estaba detrás de mi y se acercó, me abrazo y escondió mi cabeza en su pecho. Olía muy bien y se sentía muy bien estar así.

-Tranquila, estas bien, ya estas a salvo- decía y me acariciaba el cabello.

Nos separamos y él me miró fijamente, se fue acercando poco a poco, hasta estar muy cercas de mis labios.

Tenía tanta tentación de saber como se sentía un beso. Esta vez no deje que se separara y lo bese. Se sorprendió pero después me tomó de la cintura.

Era una sensación de paz y de calma, pasé mis manos por su cuello, nos separamos lentamente, no podía ni verlo a los ojos.

Temía por lo que fuera a pasar después, ahora si temía por un futuro, un futuro donde quizás podamos estar juntos o quizás no.

-Tranquila, se que esto es nuevo para ti, por eso mismo quiero que vayamos despacio, no te dejaré nunca más- dijo y yo le sonreí.

Estuvimos ahí hasta el medio día, puesto que a él lo llamaban a cada rato por las bocinas del cuartel. Volvimos y me encontré con la sorpresa de que Jin y J-Hope se había peleado.

Jin tenía unos cuantos golpes en el rostro y J-Hope se miraba un poco más herido. No lo culpaba, Jin era demasiado fuerte y ágil, al menos no había pasado a mayores.