Imagina, tú en Hogwarts

Primer día de septiembre

¡Primer día de septiembre! ¿Qué quería decir esto? ¡Hoy partía el expreso de Hogwarts! Despertaste con una sonrisa de oreja a oreja, y comenzaste a cambiarte el pijama por prendas muggle que debías usar para no llamar la atención en el andén.
Ese día fuiste a una cafetería a desayunar junto a tus padres. Cuando terminaron de comer y pagaron la cuenta, se dirigieron a la estación de tren King´s Cross.
Tu padre se apartó. Tu madre tomó carrera y corrió hacia la columna entre los carteles de 9 y 10. Luego hiciste lo mismo, cosa que te costó un poco, ya que tenías muchas maletas. Ambas aparecieron en un andén donde todos eran magos. Eran las 10:50 y había un tren. El tren mas lujoso que viste en tu vida. Mil emociones recorrieron tu cuerpo. Nervios, ansia, felicidad, nostalgia...
Entraste al tren. Buscaste un vagón vacío y te sentaste. Miraste por la ventana, y viste a muchos familiares de los alumnos llorando (entre ellos tu madre) miraste la hora. Eran las 10:59, por lo que el tren estaba a punto de partir. Le sonreíste a tu madre, y el tren partió. Unos minutos después, te paraste y comenzaste a caminar por el tren, ya que estabas sola y pensaste que lo mejor era empezar a conocer gente.
Pasaste por unos cuantos vagones, mirando hacia adentro disimuladamente, hasta que dos chicos unos años mayores, pelirrojos y notablemente gemelos, te llamaron. Tú entraste, aunque un poco confundida, ya que nunca los habías visto.