Imagina, tú en Hogwarts

El sombrero

Cuando saliste del vagón de los gemelos, te sentiste un poco apenada, ya que te habían caido muy bien. Pero ''Debes hacer amigos de tu año'', ''ya podrás encontrarte con ellos en otro momento'' te dijiste a tí misma.
-¿Sabes? Antes de venir estuve leyendo algunos libros, solo por si acaso... para tener un poco de información extra...- dijo Hermione al notar unos segundos de silencio incómodo.
-Creo que fueron más que algunos...- dijo Ron con una ceja levantada. Hermione lo fulminó con la mirada, y él prefirió parar de hablar.

-Yo también leí un poco- Le respondiste a la chica.
Tu nueva amiga y tú hablaron durante lo que restaba del viaje sobre datos de Hogwarts, ingredientes exóticos para pociones, sobre la historia del colegio.

° ° °

El tren paró. Todos los alumnos bajaron, y los de primer año fueron hacia un hombre muy alto y grande que decía llamarse ''Hagrid''. Él los llevó hacia el colegio, donde comenzó la ceremonia de selección, luego de que la profesora ''McGonagall'' les explicara todo lo necesario sobre las casas.

Iban pasando alumnos cuando ella los llamaba. Les colocaba un sombrero en la cabeza, y éste gritaba el nombre de una casa.
-Granger, Hermione
-GRYFFINDOR!
-Malfoy, Draco
-SLYTHERIN!
-Potter, Harry
-GRYFFINDOR!
-Weasley, Ronald
-GRYFFINDOR!
-Fide, Emma
Nervios. Eso era lo único que podías describir sentir en ese momento. Ibas a estar unos segundos sentada en frente de cientos de alumnos.

Ni hablar de los nervios que sentiste cuando el sombrero comenzó a dudar. Esto hizo que estés sentada con el sombrero puesto por los más largos y horribles minutos.
-¿Qué debería hacer contigo?- se preguntaba el sombrero - por su inteligencia podría ir a Ravenclaw - tú te tranquilizaste, ya que pensaste que en esa casa ibas a quedar -pero...- los nervios volvieron- lleva con ella la determinación de una Slytherin... pero también el valor de una Gryffindor - pudiste notar como los gemelos Weasley sonreían de lejos -y la humildad de Hufflepuff...- la sonrisa se borró.- Si, ya sé que hacer contigo.
Se hizo un silencio en el salón
-Tú irás a...

-GRYFFINDOR!
Aplausos y gritos de felicidad se oyeron en la mesa de esta casa. Muy felizmente, fuiste a sentarte, más calmada, al lado de Fred y de Hermione.
-Los gemelos explotaban de felicidad. Se pararon y te abrazaron. Tú no sabías bien que hacer, solo te reiste.
-Desde la mesa de Slytherin llegaste a ver a un alumno de primer año, mirándote con enojo y asco. Si, el rubio platinado que habías visto en el Callejón Diagón, y que estaba con su padre, era Draco Malfoy, y había sido enviado a Slytherin.