La marca

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-Encontramos información sobre el padre de ese Draco- Dijo Fred resaltando un poco el nombre del chico.
-¿''Ese''? ¿Desde cuándo te cae mal ''ese Draco''?- dijiste en tono burlón.

-Desde que te miró mal en el gran comedor.- dijo de la manera más seria en la que lo habías escuchado hablar desde que lo conocías.

Te explicaron muy detalladamente todo sobre ese hombre.

-Bueno, el punto es que descubrimos que ese hombre se llama ''Lucius Malfoy'', y que no sabemos exactamente en qué, pero trabaja con un adversario muy poderoso del ministerio de la magia.- repuso George -no estamos seguros de que sea legal

-Es decir, el lugar en el que trabaja, no tiene buena relación con el ministerio... por lo que podría ser un peligro para los que trabajan ahí-

-¿Q... qué tipo de peligro?- dijiste preocupada.

-Pueden llegar a tomar rehenes si tienen deudas, y las tienen. Magos y brujas podrían salir gravemente heridos de ahí.-

-O hasta más que heridos- Siguió George.- creemos que ya podrían estar empezando a actuar.

-¿Por qué te preocupa tanto?- preguntó Fred al ver que tu cara de miedo aumentaba

-Mi madre...- te pusiste la mano en la frente en muestra de frustración -mi madre trabaja en el ministerio de la magia, y tiene un cargo muy importante como para pasar desapercibida. Un día, hace muy poco, volvió extraña del trabajo. Le pregunté que le pasaba y no me quiso decir, igual que a mi padre. Él le insistía, y mi madre le contestaba cada vez peor. Subí a mi habitación, unos minutos después bajé y mis padres estaban abrazados, mi madre llorando... y lo único que llegué a escuchar fue que...- hiciste una pausa, ya que te acordaste de algo que te hizo unir la narración de los gemelos con la tuya. -Hay algo que no les conté- los gemelos te miraron intrigados - Cuando ví a Lucius Malfoy, mientras amenazaba al empleado le mostraba un tatuaje de su muñeca, era una serpiente...- Los gemelos abrieron mucho los ojos sorprendidos y asustados -y mi madre, con un tono de angustia y miedo, le dijo a mi padre que el hombre tenía ''la marca'' -estabas parada junto a tus amigos, y te empezó a temblar la pierna, mientras cada vez sentías más un nudo en la garganta. Todo eso los gemelos lo notaron, y decidieron hacer dejar de agregar detalles. Fred te tomó entre sus brazos y te abrazó, mientras George te puso la mano en el hombro, e intentó consolarte intentando de convencerte de que no le pasaría nada a nadie.
Unas pequeñas lágrimas cayeron por tus mejillas. Los gemelos se miraron, ambos buscando ayuda en el otro. No querían que estuvieras mal, no querían que llores. Ambos querían que te alegres pero no sabían cómo.
No habían dicho una palabra, pero se habían entendido perfectamente.
Fred te soltó y te dijo que lo esperaras. Te quedaste con George, hablando.
Al paso de unos minutos, Fred volvió acompañado por Hermione, quien te abrazó al instante en el que te vió con lagrimas en la cara.
-¿Qué ha pasado, Emma?- preguntó muy preocupada Hermione acariciándote la cabeza.
Le contaste todo con la voz entrecortada. Cuando terminaste, a Hermione se le cayó una solitaria lágrima. Se quedó en silencio por unos largos segundos, hasta que se aclaró la voz y dijo: -Colaboraré con ustedes-. Solo díganme qué hacer y yo estaré ahí.

Imagina, tú en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora