Llamada 1

1K 112 21
                                    

Obs: palabras en «negrita» es cuando Tsukishima habla.
Palabras en «negrita y cursiva» para Shoyo.
















-Shoyo- escuchó su voz.

¡Jesús bendito, estaba escuchando la voz de Shima!

-Shoyo, ¿Me escuchas?- simplemente no podía responder, es que... ¡jodidos infiernos!, la voz de Shima era tan, ¿de Shima?

-Supongo que no quieres hablarme, esta bien, hasta lueg...-

-¡NO!- gritó, e inmediatamente se arrepintió cuando escucho el gemido de dolor de Kei y las posteriores maldiciones sobre cómo ''bolitas naranjas de amor  querían romperle los tímpanos'', se sonrojó al escuchar cómo fue llamado.

-Lo siento, Lo siento, Lo siento- fue su turno de hacerse escuchar, oyó un suspiro del otro lado.

-¿Estás bien?- volvió a preguntar, y Hinata simplemente sonrió, cerrando los ojos.

-Sí, lo siento otra vez, es que me sorprendió, y luego escuché tu voz... ¿entiendes la intensidad de eso? ¡Te estoy escuchando! ¡Y suenas tan tú!- una suave risa se oyó del otro lado y el pelirrojo sintió sus rodillas temblar. Eso no era para nada normal; se dijo a sí mismo.

-¿Cómo es eso?- preguntó entre risas el rubio, Hinata también rió un poco.

-No lo sé, creo que es la voz con la que te imaginé, me... me gusta, gracias por llamar- susurró lo último.


Entonces un breve silencio se instaló, uno en donde solo escuchaban la respiración del otro, era tranquilo, ambos se sentían así, les gustaba. La voz del otro parecía tranquilizar sus nervios.


-Tú dijiste que... querías verme, hablar conmigo y todo eso, como no puedo estar ahí, al menos déjame acompañarte con una llamada- el pecho de Hinata dolió, pero de una forma linda, cálida. Sonrió para sí.

-Eres muy amable, Kei, de verdad que lo eres, gracias por esto, hasta hace un momento estaba tan desesperado, creí que estarías durmiendo cuando te envié el mensaje, entonces respondiste y sentí que todas mis preocupaciones se iban, no me sentí tan solo, ¿sabes?... creo que es algo tonto decirte todo esto-

-No es tonto, es solo que estás lidiando con mucho, me alegra ayudar, si crees que necesitas a alguien; no dudes en llamar, o decirme lo que sucede, yo haré todo lo posible para que no pienses que estás solo, incluso si solo quieres escucharme quejándome de Kuroo-San- Hinata soltó unas risitas en lo que se levantaba del pequeño banquillo donde hasta hace un momento y por muchas horas estuvo sentando y pensando.

-Cualquier cosa que me digas estará bien, Shima. No sé, tienes algo que hace que esté mas relajado cuando lo hablo contigo-


-Me pasa lo mismo, incluso mis amigos lo han dicho... que estoy más tranquilo cuando hablo contigo, aunque desde mi punto de vista ellos son demasiado irritantes por eso la diferencia-



Risas... Dios, no entendía como sus risas podían causarle ese temblor en sus rodillas, tragó grueso, nervioso preguntándose ¿¡Qué demonios sucedía!?

-Me alegra escuchar eso... digo que no soy una molestia-

-No lo eres, yo te escribí primero por insta, así que en todo caso el molesto sería yo-

The guy with the tattoosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora