Llamada 3

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Maratón 3/? Por que yolo :3

Las líneas de Tsuki están en negrita y las de Shoyo en negrita y cursiva.




-Hey- se escuchó el sonido distorsionado de la voz de Hinata, el rubio permaneció en silencio por unos segundos.

-¿Por qué tu voz suena así?- no pudo evitar preguntar.

-Estoy bajo las mantas, siento que si salgo me verás, y te reirás de mí- y la risa que le hacía temblar las rodillas se escuchó.

-Eso es tan tonto, por eso me estoy riendo de ti ahora, déjame adivinar... ¿Estás sonrojado?- preguntó, más relajado el de lentes.

-Puede ser- se escuchó una especie de gemido frustrado.

-Mierda, quiero verte- murmuró Kei, y el pobre corazoncito de Shoyo salió disparado.

-No deberíamos estar hablando de esto, Kei- murmuró cohibido el pelirrojo.

-Cierto, el tema de la foto... ¿Podrías explicarlo?- otro breve momento de silencio.

-Bueno, esa vez que fui a la playa en Tokyo...- Kei esperó pacientemente.

-Supongamos que vi un guapo chico rubio con un hermoso tatuaje a medio terminar en la espalda- unas risitas se escucharon y Shoyo se sonrojó aún más de lo que ya estaba.

-¿Y entonces tuviste un crush conmigo?- preguntó el chico de lentes.

-No, tal vez... solo tal vez tuve un crush con tu espalda- y las risas volvieron, esta vez con más intensidad.

-Lo siento, eres tan adorable- Shoyo hizo un puchero bajo las mantas, pero no dijo nada.

-Entonces...- comenzó Kei.

-¿Entonces...?- dijo a su vez el más bajo bajo.

-¿Cómo me convertí en tu crush de Internet?- Kei escucho un sonido estrangulado y cosas cayendo.

-Lo siento...- susurró Shoyo.

-Descuida- respondió a su vez el rubio.

-NO, escucha, se supone que eres mi amigo, mi mejor amigo por Internet... - un breve silencio.

-Y entonces empiezas a decir todas esas cosas lindas, y empiezas a ayudarme y yo ya no te veía como un simple amigo...-

-Sin contar que eres demasiado guapo- murmuró, aunque aún así Kei lo escuchó.

-¡ES TU CULPA! ¡POR SER TAN BUENO CONMIGO!.... y guapo- volvió a susurrar lo último.

-Sobre todo guapo- y Kei no pudo evitar soltar unas risitas.

-Me has dicho que soy guapo...-

-Tres veces-

-¡¡Cállate Bakashima!! No estamos hablando de eso- gritó nervioso el pelirrojo.

-No, estamos hablando de que posiblemente te gusto- otro breve silencio.

-Eso lo responderé si tu me hablas de las teorías de tus amigos-  la risita explota próstata 2.0 de Kei se escuchó y Shoyo se hizo bolita para escucharlo mejor.

-Bueno, en una nos casamos y tenemos diez hijos- hablaba tranquilamente el rubio, como si no hablaban de su futuro como pareja (todo el sarcasmo por aquí)

-En otro solo tenemos un gato, a mí me gustan los gatos, así que debemos tener al menos uno o dos- Shoyo ya temblaba de anticipación.

-En otro teníamos una cita mañana, cuando venías a hacerte el tatuaje- otro breve silencio.

-Esa me gusta- susurró el más bajo.

-A mi también- respondió Kei.

-Puede que me gustes un poco- dijo al fin Shoyo. Esta vez fue el turno de Tsukishima en callar por unos segundos.

-Puede que también me gustes un poco a mí - fue lo que dijo.

-Entonces...- comenzó Shoyo.

-Entonces...- continuó Kei.

-¿Te parece tener una cita mañana?- preguntó nervioso el más bajo.

-Me parece una idea genial, Shoyo. Te espero mañana en la estación- el corazón de pelirrojo latía como loco y una enorme sonrisa estaba plasmada en su rostro.

-Bien, tengo que dejarte, debo tranquilizar a Tobio que me anda rogando perdón por lo que hizo-  nuevamente las risitas explota próstata de Kei hacían su aparición.

-Déjalo sufrir un poco más- fue su única respuesta.

-Usted, señor Tsukishima es diabólico-

-No mas que usted, señor Hinata-  y ambos explotaron en risas.

-Está bien, te dejo, mañana será un día ajetreado, tenemos muchos lugares que visitar en nuestra cita- y el corazón de Shoyo casi se le salió por la boca con un pulmón.

-Sí, mañana...-

-Cita-

-Claro-

Risitas folladoras de Tsuki y un Shoyo sonrojado a punto de un ataque cardíaco.

-Nos vemos mañana Shima- se oyó un suspiro del otro lado.

-Eso se escuchó... bellísimo, nos vemos mañana bolita- y la llamada se cortó antes de que Kei escuchara como Shoyo se atragantaba con su propia saliva.

Sí, había sido un buen día.

The guy with the tattoosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora